El hermano Miguel Pajares, natural de La Iglesuela, ha llegado alrededor de las 9 de la mañana a la Unidad de Infecciosos del Hospital Carlos III de Madrid, donde se encuentra aislado tras haber dado positivo por la enfermedad del ébola. La religiosa Juliana Bohi, también de nacionalidad española, ha sido también apartada por precaución, ya que no muestra ningún síntoma de la enfermedad vírica. Pajares salió de Monrovia (capital de Liberia) en un Airbus A310 del Ejército pasadas las 2 de la madrugada con destino a Madrid.
A pesar del peligro que puede suponer el transporte de un enfermo de ébola a España, los médicos aseguran que el riesgo de contagio es mínimo, ya que la enfermedad solo se transmite por el contacto directo con fluidos del infectado. Los profesionales sanitrios aplicarán al religioso un tratamiento paliativo para aliviar los síntomas y el cansancio.
El virus ya ha acabado con la vida de más de 900 personas en África Occidental y se han conocido más de 1.700 casos de personas infectadas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En Estados Unidos, dos pacientes fueron trasladados desde el continente africano y a día de hoy evolucionan favorablemente de una enfermedad que no tiene cura y para la que no existe vacuna.
Miguel Pajares, que tiene 75 años, es miembro de la orden de San Juan de Dios y superior del hospital católico San José de Monrovia. Desde que se conoció que estaba infectado, el religioso pidió a las autoridades españolas su repatriación para ser tratado, un hecho que finalmente se ha llevado a cabo con la actuación protocolario de los Ministerios de Sanidad y Asuntos Exteriores. El Hospital San José de Monrovia sigue cerrado y en cuarentena desde la muerte de su director, Patrick Nshamdze, que lucha casi dos semanas contra este virus. De momento, el Ministerio de Exteriores desaconseja viajar a Liberia, Sierra Leona y Guinea, donde la epidemia se ha desatado con mayor virulencia.
Tanto la familia como los vecinos de La Iglesiuela mostraron su total apoyo para la repatriación de Miguel, así como coincidieron en alabar su labor solidaria y su humanidad.