El equipo de Gobierno y los comerciantes de Plaza del Reloj y Corredera del Cristo acercaron posturas después de la polémica suscitada por el colectivo ante su negativa a las obras incluidas en el Plan Urban para remodelar este entorno. La portavoz municipal, María Rodríguez, aseguró que aunque el proceso de ideas para este proyecto ha sido abierto, los ciudadanos pueden seguir aportando sus sugerencias y aseveró que “son solo ideas, no existe un proyecto técnico definitivo”. A su juicio, la intención del Consistorio es “favorecer la zona volviéndola más atractiva, con el tráfico más lento para que al peatón le apetezca pasar por la zona y comprar”. Igualmente, explicó que el eje comercial se verá revitalizado notablemente con la apertura de la Iglesia del Salvador y el nuevo Mercado de Abastos.
La también concejala de Urbanismo emplazó a los comerciantes a volver a reunirse cuando haya un anteproyecto para abrir un proceso participativo, ya que dijo que es una de las máximas de este Plan Urban 10+4. Todas las preocupaciones y sugerencias serán trasladadas al equipo técnico y de arquitectos para incluirse en el proyecto y su futura ejecución. De hecho, en el encuentro ya pudieron conocer que lo que más ampollas ha levantado es que se vaya a levantar el pavimento y aceras que se hicieron hace solo ocho años y apostaron a que se realicen los trabajos por tramos para no cortar la calle totalmente, expresó el tesorero de la Asociación de Vecinos Puerta de Zamora, Javier Benayas. Desde Urbanismo aseguran que los trabajos se ejecutarán causando el menor daño posible a los comerciantes, incluso se ha llegado a plantear el trabajar día y noche para causar menos estragos. Sea como sea, se intentará alcanzar el consenso en beneficio de todos.
En la reunión estuvieron, además de varios comerciantes y representantes vecinales, los concejales de Participación Ciudadana, María Victoria González; de Economía, Arturo Castillo; y de Comercio y Artesanía, Alicia Godoy.
En los días previos, varios fueron los comerciantes que quisieron mostrar sus dudas y negativa a este proyecto en Plaza del Reloj y Corredera. María Cantalejo, de la librería Herranz del Camino, dijo: “no nos importantan las mejoras, pero que no se levante un pavimento que se puso hace ocho años”. Mª Dolores Sánchez, de Viajes el Prado, apostó porque la inversión se utilice en mejorar la iluminación de esta zona; mientras que Agustín García Porris, de Joyería Isabel, afirmaba que “el plan puede ser estéticamente bonito, pero el momento no es el más propicio para una obra así”. Laura Rodríguez, de Pastelería Rodríguez, considera que “las obras no se pueden realizar en la campaña de Navidad, ya que la estética es fundamental en esa época”; igualmente José Luis Higueruela, del Bar la Madrileña, opinió que “el plan Urban debería estructurarse realizando las obras por plazos, para no cerrar la calle”.