Destacado | LA VOZ DEL BARRIO
La Alameda: Un barrio en un enclave privilegiado y desde el que puedes ir andando a casi cualquier sitio
La AAVV trabaja para que sus vecinos sientan esta zona como suya y para que se dote de servicios que mantengan su población
miércoles 23 de abril de 2014, 10:51h
La Asociación de Vecinos La Alameda, que cuenta con unos 5.000 vecinos, es la más joven de la ciudad. Constituida entre los años 2007 y 2008 para que este núcleo poblacional estuviera representada ante la Administración, sus vecinos tenían la necesidad de alzar la voz ante problemas, como los ruídos, el alumbrado o la limpieza. El punto de inflexión y detonante para su creación fue la posibilidad de que se ubicara el botellón en la zona del ferial. La respuesta fue inmediata y desde entonces no han dejado de trabajar por y para sus vecinos. La primera victoria: alejar el macrobotellón a una zona junto al río y, por tanto, la suciedad y los ruídos.
Un barrio situado en pleno centro de Talavera, cerca de todo y que puede radiar con cualquier punto de la ciudad, así es La Alameda. La Voz del Tajo compartió una entrevista con parte de su Junta Directiva: Arturo Espinosa (presidente), Gloria Muñoz e Isidro Flores (vicepresidentes), Antonia Morán (tesorera), Tomás Calderón (secretario) y José Luis Casquero (vocal), para abordar sus principales avances en estos seis años, así como sus reivindicaciones a corto y medio plazo.
La limpieza es una de sus principales batallas, y tras varias denuncias de vecinos se llevaron a cabo campañas de desratización y limpieza con baldeo. Ahora lo que piden es una mayor periodicidad y que no tenga que haber reclamaciones previas para que actúen los servicios municipales.
En La Alameda hay dos tipos de vecinos: los que llevan toda la vida y los jóvenes o inmigrantes que no tienen el mismo sentimiento de arraigo, aunque poco a poco la convivencia se va perfeccionando. Su principal preocupación son las perspectivas de futuro y creen que su opinión debería contar en los planes urbanísticos, ya que creen que tienen mucho que decir. A su juicio, es prioritario rehabilitar muchas viviendas en el centro, no todo son los negocios para dinamizar la zona. Critican que el barrio se esté quedando sin colegios, institutos y guarderías cerca y se estén trasladando a la periferia. Para ellos el tema de la accesibilidad no es razón suficiente, ya que este hecho puede llevar a el envejecimiento de su población y que se vaya deshabitando.
También quieren hablar de sus bondades, el barrio de La Alameda está cerca de todo y se puede ir andando a casi cualquier sitio; además desde aquí se puede radiar a cualquier sitio. Su enclave privilegiado le hace tener en su linde los Jardines del Prado, el Parque de la Alameda -para el que piden una regulación del uso deportivo y del botellón para que pueda disfrutarse como el verdadero pulmón verde que es-, el río Tajo o la muralla.
Respecto al Ayuntamiento piden más implicación con los problemas del barrio y que no tengan que ser ellos mismos los que siempre tengan que pedir soluciones; “somos una estructura social que tiene que favorecer la relación con los administradores, únicamente”, señalan, “una forma distinta de involucrarnos en nuestro barrio”. Aunque consideran que su barrio está bien dotado de infraestructuras, creen que todos necesitan un 'empujón' como el del Plan Urban, o al menos que los presupuestos municipales contemplan la cobertura para cubrir necesidades de mantenimiento, tales como tráfico, iluminación, pavimentación o jardines. Una de las pocas carencias que tienen es un Centro Social.
ACTIVIDADES. Desde el colectivo se organizan y desarrollan visitas culturales a Madrid o la noche del Corpus de Toledo, así como clases de pilates, de informática, de manualidades y se ofrecen visitas guiadas a lugares emblemáticos de Talavera desde la misma asociación. Gran calado tiene el Día del Niño que se celebra en mayo, compuesto de actividades relacionadas con la alimentación saludable, actividades pedagógicas y lúdicas en las que colabora siempre Cruz Roja. El colectivo tiene asociadas 150 familias, aunque la junta directiva reclama mayor participación, “no se puede esperar que siempre el primer paso lo de la asociación”.
Dos zonas diferenciadas de la ORA en el mismo barrio
El 'litigio' se mantiene con el Ayuntamiento por el tema de la ORA desde hace años. Existen dos zonas diferenciadas para los abonados en el uso de la zona azul, por lo que ellos consideran inapropiado que “alguien que vive en Cabeza del Moro o Cristo de la Guía tenga que volver a pagar, si no quiere ser denunciado, para aparcar en Carnicerías”, siendo calles conjuntas. Para los vecinos de La Alameda lo más sensato es la unificación, ya que siendo de este barrio, la calle Carnicerías está en la misma zona que la Corredera del Cristo para este uso. De momento, las cosas siguen en 'stand by'.
Urbanización y peatonalización de la Plaza Santa Leocadia
Es otra de las grandes batallas, debido al asentamiento de personas marginales que “desconocen las normas de convivencia y hacen que se deterioren las relaciones entre los vecinos”; la presencia de patrullas de Policía Local a pie han aliviado este problema, aunque no erradicado. Desde que se acondicionó la plaza, es evidente el deterioro del firme debido al tráfico pesado, así como el poco mantenimiento de sus jardines. Lo que si consiguieron fue eliminar las plazas de zona azul que dificultaban la visibilidad para salir de la plaza a la calle Carnicerías y adecuarlas para ciclos y motos. También se trasladaron los contenedores de los portales de la calle del Oro a una zona menos molesta de las viviendas en la plaza, aunque muchos lo utilicen como zona de urinario. A menor escala, pero el botellón sigue siendo un problema en este enclave, aunque “seguimos luchando por conseguir el bienestar”.
Centro de Educación Vial, parado y sin visos de inaugurarse
La privatización de los aparcamientos de la Estación de Autobuses provisional, en Ronda del Cañillo, “calentó” a estos vecinos. La causa era la construcción del Centro de Educación vial, “del que se habló mucho y sigue sin ponerse en marcha”. Ellos pedían aparcamientos en rotación para beneficiar al barrio y al comercio del entorno de Plaza del Reloj, ya que los alumnos que se desplazaran hasta el Centro Vial también podían hacerlo a otro entorno menos perjudicial para los aparcamientos como la zona del ferial. La batalla se perdió y el uso del centro hasta el momento ha sido nulo, aunque la última información que manejan es que se terminará en 2014. “Poco a poco se va deteriorando, con el dinero que costó”, lamentaron.
Farola apagada en una zona prioritaria de intersección
Otra demanda es la falta de iluminación en una zona tan importante como la rotonda donde confluyen la Avenida de Salvador Allende, Ronda del Cañillo, Puente del Príncipe y Avenida de Castilla-La Mancha. O apagada o con poca iluminación está desde hace meses la gran farola que aporta visibilidad a toda esta zona; un problema que además los vecinos hacen extensible a toda la Ronda del Cañillo, resaltando el problema que supone al existir tantos pasos de peatones en esta vía. También lamentaron la falta de farolas en el Puente del Príncipe desde que se retiraron por problemas de seguridad; sus quejas, junto al Barrio del Paredón y Santa María han sido escuchadas pero no resueltas.
Las ferias, siempre en este barrio
Hasta el año 86 u 87 las Ferias de San Isidro y San Mateo no se trasladaron hasta la ubicación actual. Antes, estuvieron en el estacionamiento del Centro de Educación Vial y enfrente, en la zona de la ampliación de los Jardines del Prado y el entorno de la Plaza de Toros. Los vecinos de La Alameda tiene sumido que las ferias tienen que celebrarse en el recinto ferial, “una dádiva al resto de la ciudad”, aunque otro asunto son los botellones improvisados y otras fiestas anárquicas que carecen de autorización.
EL PERSONAJE DEL BARRIO: Teresa Ortiz Lasaga
Aunque nació en Entrambanmestas (Cantabria) en 1931, esta mujer lleva 72 años en Talavera viviendo en el barrio de La Alameda, donde formó su familia y donde retomó el negocio familiar de su padre y que ya ha pasado a manos de uno de sus hijos. La heladería 'El Polo Norte' es toda una institución entre los decanos de la hostelería talaverana, una aventura empresarial que le ha dado muchas satisfacciones a Teresa. Todavía recuerda los inicios del negocio, con las galletas, los barquillos y los recortes, hasta que pasado el tiempo se convirtió en una gran heladería de renombre. Sigue en contacto con sus clientes, muchos de ellos amigos de hace años, y ella sigue considerándose la empresaria de la heladería. “La gente nos quiere como si fuéramos de su familia”, recuerda, al tiempo que señaló que “hay gente que venía con su madre de la mano y ahora traen a sus nietos”.
Teresa recuerda la necesidad que había cuando llegó a Talavera, aunque ella siempre intentó que ningún niño se quedara sin probar los helados por motivos económicos. Junto a su marido fijaron su vivienda en Cristo de la Guía, en el mismo bloque de la heladería. Ha tenido dos hijos y dos hijas y tiene cuatro nietas y tres nietos; estos últimos son los hermanos Cubelos, el trío de piragüistas por excelencia de Talavera. Esta vecina recordaba emocionada como la heladería se convirtió en escenario improvisado para seguir la final de Paco cuando consiguió el diploma olímpico en Londres en 2012.
Su negocio le da cada año un aliente de aire fresco que le hace rememorar la larga tradición que tiene en el barrio y se siente muy orgullosa de que “cada año se agota al acabar la temporada”. Nunca ha tenido miedo a la competencia, porque “habrá helados mejores, pero iguales que los del Polo Norte no”. Esta amiga de La Voz del Tajo, desde hace décadas, se siente una talaverana más desde que con solo 12 años llegó y se quedó en la Ciudad de la Cerámica.