Ya han pasado 36 años desde que Mari Paz Gudiales se convirtiera en la primera presidenta vecinal del barrio Puerta de Cuartos. Actualmente, y desde 1987 es Lali Torres la que está al frente del colectivo. 28 años en los que han pasado por los diferentes Gobiernos talaveranos y en los que el movimiento vecinal ha ido ganado protagonismo. Torres dijo que del primer edil que más apoyo tuvieron fue de Luis Antonio González Madrid, aunque nunca se han quedado callados cuando se han encontrado puertas cerradas en posteriores gobiernos.
La presidenta reconoció que se ha conseguido mucho, como la Escuela de Idiomas, la Universidad o las instalaciones deportivas, pero actualmente “la situación es lamentable”, manifestó, refiriéndose a la necesidad de renovación de contenedores, aumentar la limpieza viaria, arreglar los baches de muchas calles o controlar las viviendas en ruinas que hay en el barrio. Respecto al Plan Urban solicitan más información de que tienen, y piden que, por fin, se abra el Alfar, se construya el parque de la Algodonera y se de luz verde al carril bici que perimetra el barrio. Esta última semana han tenido reuniones con Urbanismo y Servicios Generales, pero “queremos hechos y no palabras”.
El apoyo de sus vecinos ha sido siempre vital. Con Isidro Flores hubo una manifestación popular para erradicar la proliferación de las drogas y con Rivas se luchó para retirar el PERI 9 del POM. Torres dijo que, “aunque muchos querrían, no van a acabar con el movimiento vecinal”, y aseguró que seguirá haciendo llegar la voz de su barrio al Ayuntamiento. Entre los logros del barrio destaca la Red Vecinal contra los Malos Tratos, hace cinco años, y varias actividades diarias para los vecinos, como zumba, pilates o danza del vientre. Entre los objetivos que tienen a corto plazo está un taller de pintura de trajes de talaverana, de cara a las Mondas, y consolidar un punto de encuentro para mayores en el centro social del barrio. Igualmente, lanzaron al Consistorio la posibilidad de participar en los actos del VIII Centenario de María de Portugal.
El Alfar del Carmen, su caballo de batalla
Desde la legislatura que compatieron los socialistas Javier Corrochano e Isidro Flores el futuro del Alfar del Carmen ha sido un tema candente. La presidenta vecinal insistió en que el asunto no ha sido solo problema del Gobierno actual sino que han sido varios alcaldes anteriores los que no han realizado las gestiones necesarias y con la prontitud para que los vecinos de este barrio puedan disfrutar de esa joya arquitectónica. Se fijó su uso definitivo como segunda biblioteca de la ciudad, pero sigue cerrado. Ahora se buscan fórmulas público-privadas para su gestión, y el tiempo sigue pasando. Torres implora su apertura y espera que ese hecho no tenga que llegar en campaña electoral.
Patrimonio, cultura y deporte
El barrio Puerta de Cuartos es un núcleo poblacional de obligado paso para muchos ciudadanos de la comarca, como puente referente de entrada y confluencia desde grandes arterias de la ciudad como Francisco Aguirre, Real Fábrica de Sedas o la antigua ‘general’. Esta zona está repleta de actividad y de edificios de interés. Colegios: Hernán Cortés, San Ildefonso, EXA, La Salle, Bartolomé Nicolau y Santo Domingo; institutos: Puerta de Cuartos y Ribera del Tajo; el CAI del Alfar; Universidad; Escuela de Idiomas; polideportivos: José Ángel de Jesús Encinas y Puerta de Cuartos; circuito de BMX; campo de fútbol de la Universidad; Iglesias: San Andrés, Santiaguito y convento Compañía de María.
Según cuenta la leyenda, su nombre viene...
La secretaria de la Asociación de Vecinos Puerta de Cuartos, Belén Blázquez, recordó que según relata la leyenda, el barrio se llama así por que en el siglo XIII, con Sancho IV en el poder, éste castigaba a los ciudadanos contrarios a su formar de ejercer el poder eras castigados cortándoles sus partes y colgándolas después en la Puerta de Cuartos, situada en el acceso desde la rotonda principal a la calle Padre Juan de Mariana. De esta puerta solo quedan en la actualidad tres escudos expuestos en la parte exterior de la Basílica de la Virgen del Prado. También hay una placa en el Centro Social que recoge que allí nació ‘Juan de Mariana’.
Una imagen vale más que mil palabras: Intransitable calle Carmen
En torno a cinco años llevan los vecinos de Puerta de Cuartos pidiendo que la calle Carmen, entrada principal desde la dirección de Plaza del Reloj al barrio, pueda ser transitada sin problemas por los viandantes. Inmueble vallado invadiendo toda la acera y obligando a los peatones a cruzar por un paso homologado, cuando en frente te encuentras otro obstáculo, también en la acera, con un monumental andamiaje que obliga a pasar a los peatones por debajo. Según los responsables vecinales, se instaló para arreglar defectos en la fachada y aún sigue. No tienen información al respecto y cuando han preguntado al Ayuntamiento no han obtenido respuesta. Su principal miedo, que estos obstáculos hacen que la gente transite por la calzada, sobre todo por los menores.
El personaje del barrio: ‘El canario’
Antonio Fernández Sánchez es conocido en el barrio Puerta de Cuartos como ‘el Canario’, gentilicio que le viene por las raíces de su padre, del que sabe poco más que eso. Hijo de ‘la Amelia’, y nacido y criado en el Paseo Padre Juan de Mariana, hoy cuenta con 75 años y fundó el bar que da nombre a su apodo hace 62 años, y cuyas riendas tomaron sus hijos. El Bar ‘El Canario’ era punto inexcusable de reunión de todos los vecinos y decenas de talaveranos; “era el bar que más madrugaba”, recuerda, al tiempo que añade que muchos también pasaban por allí antes de irse a dormir después de una noche de juerga. De su niñez recuerda el papel de los guardias civiles en la época franquista, de los que recuerda varios ‘pescozones’ y el férreo respeto que se les debía. La ganadería, la agricultura y la albañilería han sido sus otros oficios, además de churrero. Hoy cuenta con mujer, seis hijos y cinco nietos, y muchos recuerdos en su memoria, como las abarrotadas verbenas -con cucañas- en lo que hoy es la glorieta principal; y las sardinas y chorizos que muchas mujeres guardaban ‘chorreando’ por el hambre.