En el Museo Sefardí, en la Gran Sala de Oración de la Sinagoga del Tránsito hasta el 30 de enero de 2015
Inauguración de la exposición Shoah 1492-1945
En memoria de la expulsión de los judíos españoles y de las víctimas del Holocausto. El Greco y Vostell, dos forasteros en las Españas
miércoles 23 de abril de 2014, 10:51h
El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, ha inaugurado este lunes en el Museo Sefardí la exposición Shoah 1492-1945. En memoria de la expulsión de los judíos y de las víctimas del holocausto. El Greco y Vostell, dos forasteros en las Españas. La exposición ha contado con la colaboración del Consorcio Museo Vostell de Malpartida de Cáceres.
“Sohah” es un impresionante tríptico de casi siete metros de largo y tres de alto, realizado en acrílico y hormigón, que Vostell terminó en 1997 y que él mismo definió como “un infinito puente de más de 500 años sobre ese mar de lágrimas de las víctimas sojuzgadas, expulsadas, perseguidas, masacradas”. Está expuesto en la Gran Sala de Oración de la Sinagoga del Tránsito, bajo la techumbre estrellada, que es la muestra más destacable del pasado hispano judío. Esta ubicación, tal y como sucede con los retablos del Greco, instala en el interior de la Sinagoga una arquitectura luminosa, una llama insomne que interpela a cada visitante con las tinieblas del éxodo y el fulgor de la esperanza.
Wolf Vostell (Alemania 1932–1998) pintor, escultor y artista multimedia fue uno de los representantes más sobresalientes de la vanguardia del SXX. De origen judío, viajó a nuestro país en 1958 para conocer la obra de Goya y Zurbarán entre otros artistas españoles. Viaje con importantes consecuencias en su vida personal y artística. En 1959 se casa con la extremeña Mercedes Guardado y en la localidad de Malpartida de Cáceres, se enamora de Los Barruecos, un valle de bloques graníticos declarado en 1996 Monumento Natural, donde comenzó a desarrollar la idea de un museo destinado al arte Happening y Fluxus.
En 1976 funda el Museo Vostell Malpartida que, desde 1994 pasa a ser gestionado por el Gobierno de Extremadura.
En esta muestra también se homenajea al Greco en el IV centenario de su muerte, considerándolo, al igual que a Vostell, “peregrino en su patria” como diría Lope de Vega. Vostell y el Greco son dos extranjeros en España, a los que se les ha hermanado imaginariamente en el Toledo del siglo XXI como homenaje a la genialidad de ambos artistas, en el mismo barrio judío en el que tuvo la casa el pintor y en la misma sinagoga que el Greco conoció como Priorato de San Benito.
Por ello se les ha podido reunir en espacios contiguos precisamente en la apertura del centenario de El Greco. La obra de Vostell se caracteriza por un ensamblaje entre vanguardia y memoria, de modo similar a como el Greco transfiguró su gramática bizantina en retratos insólitos e inolvidables.
Los derechos humanos deben ser declarados obras de arte
¿Es posible escribir poesía después de Auschwitz? Se preguntaba Theodor Adorno. El cuadro recordatorio Shoah (“gran desgracia”) dibuja un arco entre 1492 y 1945, sin proponerse establecer jerarquías ni valoraciones de lo sucedido. En palabras de Vostell: “Lo que me importa es usar como tema el infinito puente de más de 500 años sobre ese mar de lágrimas de las víctimas sojuzgadas, expulsadas, perseguidas y masacradas. Todos debemos tomar conciencia, también mediante el arte, de la época en que vivimos y cómo fue la historia de los judíos en Europa.
Una de las obras de arte más grandes del siglo XX, el Guernica de Picasso, describe la gran desgracia del bombardeo de la misma ciudad: pero no mediante ilustrativas figuraciones en el propio cuadro, sino sólo mediante el enunciado del título. Y también mi cuadro, a pesar de la fijación de su tema en el título, es legible universalmente y expresa la tragedia y el gran desastre, todas las víctimas caídas paralelamente en ese lapso de tiempo. ¡Es mejor recordar la historia a través de una obra de arte que no hacerlo! Mi cuadro no está a la venta y algún día se empleará para crear el fondo de la Fundación Familia Vostell, pero se expondrá en todo el mundo.
¡Los derechos humanos deben ser declarados obras de arte!”
Debates y coloquios programados en torno a la Cultura y la Memoria
A lo largo del primer semestre de este año 2014, se han programado en el museo una serie de debates a cargo de renombrados especialistas, que plantearán en voz alta ¿Cómo pensar y crear después del Holocausto? Estas sesiones cuestionarán si las artes y las palabras pueden hacer algo contra el uso criminal del mundo y abrir, como hacía Vostel y escribía el Greco, espacios efímeros y perennes para cada uno de nosotros.
Lunes 24 de febrero.- por Manuel Reyes Mate. “La piedra desechada” y “Pensar después del Holocausto”.
Lunes 31 de marzo.- por José María de Francisco & Gonzalo Cordero. “¿Cómo representar la ausencia?” y “El arte contemporáneo y la ruptura del presente”.
Lunes, 5 de mayo.- por Cesar Antonio Molina. “Lugar donde se calma el dolor y otros escritos”.
Lunes, 9 de junio.- por Darío Álvarez. “Fisuras en el paisaje” y “Arquitectura y memoria”.