Abierta al tráfico la carretera CM-5150 tras su reconstrucción sobre el arroyo Alcañizo

La consejera de Fomento de Castilla-La Mancha, Marta García de la Calzada, ha estado presente hoy en la apertura al tráfico de la carretera CM-5150, a la altura del kilómetro 7,800 sobre el arroyo Alcañizo, en la provincia de Toledo. Dicha calzada ha estado cortada a la circulación debido a las intensas precipitaciones que se produjeron en el mes de abril, que provocaron la destrucción de parte del firme e importantes grietas en la estructura del puente. El presupuesto de reparación ha ascendido a 650.000 euros.

Durante la visita a este tramo de la CM-5150, la consejera de Fomento ha resaltado la “agilidad” con la que ha actuado el Gobierno presidido por María Dolores Cospedal a la hora de atender las obras de emergencia. Prueba de ello, ha enfatizado Marta García, es que “las obras han concluido en algo más de tres meses y hoy ya podemos reabrir esta vía al tráfico, para que los vecinos de esta zona puedan transitar por ella con total seguridad y sin problemas”.

García de la Calzada ha explicado que “la tramitación para reestructurar el puente se hizo con total rapidez, porque era necesario acondicionar esta vía para evitar el hundimiento total de la estructura”. De este modo, el tráfico rodado puede transitar a partir de hoy con totales garantías de seguridad sobre el puente, restableciéndose así la comunicación entre la localidad toledana de Oropesa y la abulense de Candeleda.

Durante el periodo en el que se han efectuado las obras no se ha podido circular por este tramo de la carretera, teniéndose que desviar el tráfico a partir del municipio toledano de La Corchuela. Los habitantes de la población abulense de Candeleda tenían que utilizar la carretera provincial que pasa por las localidades toledanas de Parrillas y Navalcán, y posteriormente la carretera nacional N-502, o bien hacer el desvío por Madrigal de la Vera, provincia de Cáceres.

Características técnicas de la obra

Las obras han consistido en trabajos de restauración para conservar las características originales del puente -dado su carácter histórico- mejorando la cimentación mediante pilotes armados, además de proceder al reforzamiento de los estribos y a la construcción de un nuevo tablero.

Además, se ha procedido al ensanche del puente de una sección de 5,3 metros a una anchura de 9 metros, con una calzada libre para el tráfico con carriles de 3,5 metros y arcenes de 0,5 metros. Por último, se ha acondicionado el cauce en las inmediaciones de la estructura, con una escollera al pie de la misma.