Reacciones alérgicas tras picaduras de insectos, comidas fuera de casa, pescado contaminado por Anisakis y ciertas patologías ambientales, condicionan la calidad de vida de los alérgicos durante el verano
Redacción La Voz del Tajo | Miércoles 23 de abril de 2014
La época estival ofrece nuevas perspectivas de ocio, con días de baño en la playa y la piscina, excursiones a la montaña y comidas fuera de casa. Los doctores Jesús Jurado y Álvaro Moreno, especialistas del servicio de Alergología del Hospital General “Nuestra Señora del Prado” de Talavera de la Reina, recomiendan a los pacientes con algún tipo de alergia que mantengan la habitual precaución durante el verano para poder disfrutar de unas vacaciones sin sobresaltos.
En este sentido, estos especialistas pasan revista a las principales amenazas a las que se exponen los alérgicos en verano y ofrecen algunas medidas preventivas para combatirlas.
Congelar el pescado crudo antes de consumirlo
Los especialistas recomiendan congelar el pescado crudo que se vaya a consumir, prestando especial atención al consumo de boquerones en vinagre. El objetivo es prevenir posibles patologías alérgicas y digestivas durante la época estival debidas al parásito Anisakis simplex. Sanidad obliga a los establecimientos de hostelería a congelar el pescado a una temperatura igual o inferior a –20 ºC durante un período de al menos 24 horas. Una práctica que se recomienda realizar también para el consumo doméstico.
Por otro lado, las reacciones alérgicas por alimentos pueden incrementarse en verano a causa de los descuidos. De este modo, se aconseja a los alérgicos a alimentos, vigilar todos los productos que se ingieren, leyendo detenidamente los ingredientes que los componen.
Sol, picaduras peligrosas y alergia a los ácaros
El sol puede ser un factor que predispone a causar ciertos procesos dermatológicos. Así, algunas plantas como higueras, cítricos o hiedras pueden provocar una dermatitis que se ve favorecida por las radiaciones solares. Algunos medicamentos, como antiinflamatorios y antibióticos, pueden tener un efecto fotosensibilizante, por lo que hay que evitar la exposición al sol si se está ingiriendo o aplicando en la piel alguna de estas medicinas.
Durante los meses de verano aumenta el riesgo de presentar una reacción alérgica grave a picaduras de avispas y abejas. Los especialistas recomiendan a los alérgicos a estos venenos extremar la precaución cuando se está al aire libre y evitar realizar comidas en el campo, pues estos insectos acuden a ellas. Los servicios de Urgencias y Emergencias deben derivar de forma preferente a los pacientes con reacciones graves al alergólogo, pues una inmunoterapia les protegerá ante nuevas picaduras potencialmente fatales.
En cuanto a los alérgicos a los ácaros, deben tener cuidado en los traslados a otros domicilios de verano, por lo que la limpieza de las casas que llevan tiempo sin ser habitadas debe hacerse antes de la llegada del paciente alérgico.
Autocontrol y seguimiento del tratamiento
Estos facultativos hacen hincapié en que los pacientes que padecen algún tipo de alergia deben viajar con la medicación recomendada por sus alergólogos. Explican además que, en ocasiones, pueden necesitar tratamientos preventivos y en otros, medicación de rescate como antihistamínicos o broncodilatadores,
Por último, la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) recomienda llevar un informe detallado del especialista cuando se programa un viaje a otro lugar tanto nacional como al extranjero.
Para ampliar estas informaciones se recomienda visitar el blog: http://investigacionalergiayasmatalavera.blogspot.com.es/
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