Roquetas de Mar vivió este sábado una jornada inolvidable con motivo del festival taurino a beneficio de la lucha contra el cáncer. Una gran tarde en la que el toreo, la solidaridad y la emoción se dieron la mano ante un público entregado que llenó los tendidos con un ambiente excepcional.
El gran protagonista de la jornada fue Tomás Rufo, que firmó una faena para el recuerdo ante un extraordinario novillo de Fuente Ymbro. El animal, bravo y con una embestida noble por ambos pitones, fue entendido a la perfección por el torero, que cuajó una obra de arte de principio a fin, con temple, profundidad y pasajes de gran belleza como los cambios de mano y muletazos de rodillas. El clamor popular pidió el indulto, pero el presidente no lo concedió, desatando una bronca ensordecedora. A pesar de pinchar, Rufo cortó dos orejas entre gritos de "¡torero, torero!" y ovaciones atronadoras. El novillo fue premiado con la vuelta al ruedo.
También brillaron con luz propia Jorge Martínez, que paseó dos orejas tras una estocada soberbia y una labor muy entregada, y Cayetano, que desorejó a su oponente tras una faena compacta y emotiva. El Fandi, siempre espectacular, arrancó una oreja tras lucirse con un buen ejemplar de Fuente Ymbro.
Menos fortuna tuvieron Leonardo Hernández y Manuel Escribano, que enfrentaron animales con menos opciones. El rejoneador fue silenciado tras su labor con el primero de Murube, mientras que Escribano lidió un complicado novillo que se resentía de las manos, sin poder redondear su actuación.
La jornada la cerraron los novilleros Fran Lupion y Blas Márquez, que dejaron muy buenas sensaciones y cortaron dos orejas cada uno en sus respectivas actuaciones ante erales de buena condición.
El festival, más allá de lo taurino, fue un auténtico canto a la solidaridad, con una plaza entregada a la causa y una nómina de toreros que lo dieron todo en el ruedo por un motivo mayor. Una tarde de toros que quedará grabada en la memoria de Roquetas y en el corazón de todos los que luchan día a día contra el cáncer.