Más de 300 agricultores se han concentrado este martes en el entorno del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel para exigir un trasvase inmediato de 20 hectómetros cúbicos de agua desde la cabecera del río Tajo.
Convocados por Asaja, Cooperativas Agro-Alimentarias de Castilla-La Mancha y varias comunidades de regantes, los manifestantes han denunciado la política hidrológica actual y han reclamado el cumplimiento de la ley para garantizar el caudal necesario en el Alto Guadiana.
Los agricultores han mostrado su total rechazo al uso de los pozos de emergencia para encharcar artificialmente el parque, especialmente en un momento en el que se están registrando lluvias. En su lugar, defienden que el agua llegue de forma natural a través del río Cigüela, mediante un trasvase desde el Tajo, tal y como establece la normativa vigente.
Según los convocantes, extraer agua subterránea cuando los regantes enfrentan restricciones de riego es una medida "ilógica e irresponsable".
En este sentido, han exigido coherencia en la gestión de los recursos hídricos y han alertado sobre la necesidad de crear infraestructuras nacionales que garanticen el equilibrio entre la conservación del medioambiente y la actividad agrícola.
Líderes del sector como Florencio Rodríguez (Asaja Ciudad Real), Julio Bacete (Cooperativas Agro-Alimentarias de Castilla-La Mancha) y representantes de las comunidades de usuarios de aguas subterráneas han coincidido en reclamar una solución basada en la legalidad y la sostenibilidad.
"Basta ya de sacar agua de pozos de emergencia en un acuífero que está siendo objeto de limitaciones a los regantes", ha señalado Nieves Molina, presidenta de la Masa de Agua del Campo de Calatrava.
El sector ha hecho un llamamiento a la unidad para defender lo que consideran "una medida racional y justa", insistiendo en que la agricultura y la protección ambiental pueden coexistir de manera sostenible si se aplican políticas coherentes y respetuosas con las necesidades del campo.