Dosbarrios, un pequeño pueblo de la provincia de Toledo con 2.300 habitantes, está conmocionado tras un insólito robo en la ermita de San Antón. Todo ocurrió después de la celebración del día de San Antón, patrón de los animales. Durante esa jornada, la ermita abrió sus puertas para la tradicional bendición de mascotas, y alguien pudo haberse fijado en la imagen de la Virgen de Fátima que presidía un altar.
Días más tarde, la vecina encargada de abrir y cerrar la ermita, Ángeles Palomino, descubrió que una mesa de escaso valor había desaparecido. Sin embargo, la verdadera sorpresa llegó poco después: la Virgen de Fátima también había sido sustraída y, en su lugar, se encontraba una imagen de la Virgen del Carmen, de menor calidad y apariencia menos refinada.
El sorprendente "cambiazo" ha dejado perplejos a los vecinos de este pueblo toledano, provocando el cierre temporal de la ermita. La alcaldesa de Dosbarrios, Carmen Portillo, ha expresado su preocupación: "Más que su valor económico, nos importa su valor sentimental". La Virgen de Fátima había sido donada por una vecina ya fallecida, y sus hijos ahora lamentan la desaparición de la talla.
Desde el Ayuntamiento han emitido un comunicado pidiendo la colaboración ciudadana para esclarecer los hechos: "Rogamos a cualquier persona que haya visto algo sospechoso o que tenga información sobre estos hechos que se ponga en contacto con las autoridades o con el Ayuntamiento lo antes posible. Esperamos que todo haya sido un malentendido y que la imagen de la Virgen de Fátima sea devuelta".
Mientras las investigaciones continúan, la ermita de San Antón permanecerá cerrada hasta nuevo aviso. El pueblo de Dosbarrios, cuyo nombre proviene de una antigua división entre cristianos y musulmanes que se unieron en el siglo XIII, está ahora más unido que nunca en la búsqueda de respuestas sobre este curioso incidente.