El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha lanzado duras críticas al Partido Popular y a los gobiernos regionales del PP tras su rechazo a la propuesta de quita de la deuda autonómica durante el Consejo de Política Fiscal y Financiera.
En declaraciones a los medios de comunicación desde Nyíregyháza, Hungría, García-Page ha calificado la actitud del PP como "el no por el no", subrayando que, en este caso, la negativa les "hace daño".
El mandatario regional ha mostrado su desconcierto ante la postura del Partido Popular, que históricamente ha defendido la necesidad de evitar el endeudamiento y de ser rigurosos con el cumplimiento de las leyes. "Es algo verdaderamente increíble", ha dicho García-Page, al señalar que, a pesar de estos principios, el PP ahora se opone a la quita de la deuda que podría aliviar la carga financiera de las comunidades autónomas.
García-Page ha insistido en que el endeudamiento limita la capacidad de las administraciones autonómicas para ofrecer servicios públicos esenciales, como la sanidad y la educación. En este sentido, ha calificado de "absurdo" el posicionamiento de los gobiernos autonómicos liderados por el PP, instándoles a actuar en favor de los intereses de sus propias regiones y no seguir consignas partidarias.
El presidente regional ha defendido su postura sobre la reforma de la financiación autonómica, calificándola de "coherente" y alineada con los intereses de todas las comunidades autónomas. García-Page ha señalado que la reforma llega con "11 años de retraso", lo que ha obligado a muchas regiones a endeudarse para poder mantener sus servicios debido a la falta de financiación estatal.
En cuanto a la propuesta de compensación para Castilla-La Mancha, el presidente ha aclarado que no es lo que inicialmente esperaba. Si bien reconoce que la compensación ayuda a reducir la deuda, su objetivo sigue siendo eliminar por completo la deuda suscrita por la anterior presidenta de la Junta, María Dolores de Cospedal, que ascendía a más de 6.500 millones de euros.