En el día de San Ildefonso, Toledo se viste de gala para rendir homenaje a quienes, con su esfuerzo, talento y dedicación, han contribuido a que nuestra ciudad sea un lugar mejor. Este es un momento de celebración, pero también de reflexión sobre el poder transformador de aquellos que nos inspiran con su ejemplo.
Hoy, Toledo entrega sus Honores y Distinciones a personas y entidades que han dejado una huella indeleble en nuestra ciudad. Cada uno de ellos, desde su ámbito de acción, ha enriquecido la vida cultural, social y artística de nuestra ciudad, demostrando que el compromiso y la excelencia son los pilares sobre los que se construye una sociedad mejor.
La Medalla de la Ciudad se otorga este año al parque temático Puy du Fou, un referente internacional que ha convertido a Toledo en un epicentro del turismo cultural. Este espacio no solo celebra nuestra historia, sino que también la proyecta hacia el futuro, atrayendo a miles de visitantes y generando oportunidades para nuestra economía local. Es un ejemplo claro de cómo la creatividad y la innovación pueden transformar una comunidad.
En el terreno humano, reconocemos a nuestros Hijos Predilectos. Mariano Lozano Cid, cuya pasión por la música y la cultura enriquece nuestra sociedad y Carmen Conde Peñalosa, una de las figuras más destacadas y admiradas de la historia reciente de nuestra ciudad, pionera en su profesión y todo un referente en el mundo del derecho. Ambos son modelos de dedicación y compromiso que nos recuerdan la importancia de trabajar por el bien común.
Asimismo, celebramos a nuestros Hijos Adoptivos, Renata Takkenberg-Krohn, cuya contribución al arte y la cultura nos ha enriquecido enormemente a través de un legado fotográfico incomparable, y al Hijo Adoptivo José Ignacio Gutiérrez Lloréns, que a través de su obra ha sabido captar la esencia de la luz y el color de nuestra ciudad. Su visión y esfuerzo nos enseñan que la creatividad y el respeto por nuestras raíces son fundamentales para construir un futuro mejor.
Los concejales honorarios, Ángel Felpeto Enríquez y Fernando Sanz Domínguez, son reconocidos por su vocación de servicio público. Ellos representan el compromiso con los valores democráticos y la entrega a sus vecinos. Por su parte, María Tello Balmaseda, nuestra Ciudadana de Honor, personifica la fuerza del trabajo y la perseverancia, convirtiéndose en un ejemplo para las generaciones venideras.
Este día también dedicamos espacios públicos a quienes simbolizan la solidaridad y la justicia: la plaza situada en la confluencia de la calle Trinitarios con la bajada Barbones será un homenaje a los Abogados del Turno de Oficio, defensores incansables de los derechos fundamentales, y la plaza del Horno de la Magdalena estará dedicada a APANAS, una asociación que ha transformado la vida de muchas familias a través de su labor con personas con discapacidad intelectual a lo largo de 60 años.
En este día tan especial, recordamos que cada uno de los homenajeados nos muestra que el cambio positivo es posible cuando actuamos con pasión y compromiso. Toledo es hoy una ciudad mejor gracias a ellos, y su ejemplo nos invita a seguir construyendo un futuro de progreso y esperanza.
Que este Día de San Ildefonso sea una celebración del talento y la solidaridad, y que nos inspire a todos a aportar nuestro granito de arena para hacer de Toledo una ciudad digna de su historia y de su gente.