El emblemático edificio de 1930 de una niña sosteniendo un cochecito en la boca, ubicado en el punto kilométrico 5,3 de la A-5 a su paso por el barrio del Lucero en Madrid, ha sido derribado esta mañana.
Aunque las obras de soterramiento de la autovía comenzarán oficialmente el próximo 15 de enero, este derribo simboliza el inicio de uno de los proyectos de infraestructura más importantes para la ciudad de Madrid en los últimos años.
Con estas obras, en los próximos días se implementarán cortes de tráfico en la A-5, afectando a unos 80.000 vehículos diarios, incluidos muchos procedentes de la provincia de Toledo y municipios cercanos como Talavera de la Reina, Casarrubios del Monte y Valmojado, entre otros.
Para mitigar el impacto, el Ministerio de Transportes ha anunciado que la autopista R-5 será gratuita exclusivamente para el transporte público y discrecional que adapte su recorrido a este paso alternativo. Sin embargo, esta decisión ha sido criticada por no extender la gratuidad al resto de conductores, quienes también se verán afectados por las obras, que se extenderán durante aproximadamente dos años.
La R-5 mantendrá su gratuidad habitual para todos los vehículos entre las 0:00 y las 06:00 horas. Además, se implementarán medidas como un carril bus en la A-5 desde Móstoles y un refuerzo en la línea de Cercanías C5 para mejorar los desplazamientos durante las obras.
El soterramiento abarca un tramo de 3,2 kilómetros entre el túnel de la avenida de Portugal y el entorno de la avenida del Padre Piquer. El proyecto está dividido en dos lotes:
- Lote 1: De Padre Piquer a Batán, con un presupuesto de 175,9 millones de euros, incluye obra civil, viario en superficie y una nueva glorieta en la avenida de los Poblados para redistribuir la movilidad.
- Lote 2: De Batán a la avenida de Portugal, con un presupuesto de 171,4 millones de euros, contempla la conexión con el túnel existente y la implementación de sistemas telemáticos para integrar la nueva infraestructura con la red de gestión de Calle 30.
La primera fase permitirá mantener dos carriles operativos por sentido, reduciendo el tráfico en superficie en un 90% y disminuyendo las emisiones contaminantes. En una segunda fase, prevista para iniciar en 2027, se abordará el tramo entre las avenidas de Padre Piquer y de la Aviación, dentro de la denominada Operación Campamento.
El soterramiento de la A-5 transformará este tramo en el futuro Paseo Verde del Suroeste, una infraestructura clave para mejorar la calidad de vida en la zona y promover la sostenibilidad urbana.