Empezamos un año nuevo con las energías típicas y los propósitos ancestrales para que todo salga como planeamos desde el día 1. Dietas, gimnasios, viajes pendientes, colecciones inacabadas, llamadas sin realizar… todo tiene buena pinta pero al final algo hace que se retuerza la voluntad en plenas rebajas y volvamos a la maldita cotidianeidad de todos los días.
Con esta perspectiva, todo queda igual o muy parecido. De hecho, si analizáramos los comienzos de año con la vista atrás, los personajes no cambian y los vicios se mantienen. Bueno, casi todos, porque hay gente que se empeña en cambiar de opinión aunque la realidad, la verdad, se encargue de ponerles la cara colorada.
No iré más alla ni daré nombres, por ahora, porque he prometido a un buen amigo mío darle fe del buen propósito del año nuevo. Me dijo hace unos días que me encontraba beligerante y quiero demostrarle que muchas veces me quedo corto.
Pero, bueno, al menos unos días voy a darle la razón hasta que caiga de su error.
Aún así, permítanme que dé unas pinceladas comentadas a los últimos acontecimientos y a los múltiples runrun que he podido escuchar en unas ajetreadas navidades.
Elegir el AVE como bastión informativo no es nada desdeñable, sobre todo porque ya anticipé hace semanas –e incluso meses– que Óscar Puente sería el ministro que traería la alta velocidad a Talavera y, por consiguiente, a Extremadura.
Ahora viene la lluvia del soterramiento en la Ciudad de la Cerámica y de la monumentalidad visual de Toledo. Pues ya verán cómo Puente se remanga y tira por la calle del medio sin grandes dudas. Eso ya ha hecho que algún alcalde haya cambiado radicalmente de opinión sobre el tren soterrado y se arredre el mérito de haber desbloqueado la llegada del tren rápido a su ciudad. Pero voy a seguir las indicaciones de mi amigo y no citaré el nombre del edil en cuestión.
Cambien de registro conmigo y miren el calendario, sobre todo para calcular que hasta 2030 quedan sólo 5 años y para mayo del 27 dos y medio. La primera fecha es la del Mundial de Fútbol que es probable que provoque el acelerón del AVE. La segunda es la que ya ha encendido los motores electorales de los partidos políticos con un PP regional que luce encuesta ganadora siempre con la muleta de VOX mientras el PSOE de García-Page se prepara para su congreso de Castilla-La Mancha donde será reelegido secretario general.
Ambas circunstancias tienen como telón de fondo la cuestión nacional con Pedro Sánchez como protagonista. Primero, porque el PP de Feijoó también se apunta a una encuesta que le abre las puertas de la Moncloa aunque con los trágalas de catalanes, vascos y las ardillas de Alvise.
Y, de otro lado, Emiliano se verá reforzado –tras ese tercer fin de semana de enero– en sus posturas de verso libre dentro del partido socialista contra el corsé de los sanchistas, cuya máxima exponente es la delegada del gobierno en la región, la exalcaldesa capitalina, Milagros Tolón. Alguien que seguramente pensó en la posibilidad de convencer a la ministra Isabel Rodríguez como buena alternativa al presidente de Castilla-La Mancha. Pues no ha salido la pedrea.
Como colofón a este inicio de año, los movimientos económicos que cada enero nos abren la cartera. Las subidas de precio de los combustibles o los servicios domésticos junto con las propuestas de subida de salario mínimo y rebaja del horario laboral. Muchas de estas cosas pueden considerarse experimentos, pero realmemte son balas que pueden volverse en contra de quien, precisamente, carga las escopetas.
Pues eso, empiecen este dos mil veinti tantos con mucho ahínco.
El pobre se lo merece.