Entre el lodo que aún reposa en las calles de Valencia y las fútiles disputas de los políticos que hacen crecer la distancia con el votante, llega el 20 de noviembre.
Una fecha que algunos veladores del pasado oscuro añoran por ser el día en que murió el dictador Franco, pero que tiene mucho más trasfondo en la Historia. El 20 de noviembre del año 284, en Roma, Diocleciano era elegido emperador; en 1500 llegan a Cádiz encadenados Cristóbal Colón y sus hermanos, arrestados por el gobernador de las Indias Francisco de Bobadilla; en 1791, en Viena, Mozart cae postrado en su lecho de muerte como consecuencia de una grave enfermedad que acabaría con su vida en dos semanas; el 20 de noviembre de 1936 José Antonio Primo de Rivera fue fusilado en la prisión de Alicante y el anarquista Buenaventura Durruti murió en su defensa de Madrid en plena Guerra Civil; en 1945 comienzan los Juicios de Núremberg contra los líderes nazis de la Segunda Guerra Mundial; en 1959, en la Asamblea de la ONU se aprueba la Declaración de los Derechos del Niño; el mismo día 20 de noviembre de 1985 sale a la venta la versión 1.0 de Microsoft Windows; en 2011 se celebraron unas elecciones generales que ganó Mariano Rajoy con mayoría absoluta y hace sólo dos años, en Catar, comenzaba el vigésimo segundo Mundial de Fútbol. Era el 20 de noviembre de 2022.
Fíjense si han ocurrido cosas en una fecha como la de hoy y ya casi nadie se acuerda de ellas. Es posible, y más que probable, que para el 20 de enero de 2025, en dos meses, casi nadie se acuerde ya de la DANA que ha arrasado los campos levantinos y devastado varias localidades en Cuenca y Albacete. Estaremos pendientes de las rebajas, de la vuelta al cole después de la Navidad, de la cuesta de enero o de la subida de los precios.
Para entonces, las cuentas públicas que estos días se analizan en las Cortes de Castilla-La Mancha serán ya el presupuesto que la Junta estará ejecutando pese al ruido que PP y VOX han elevado de volumen estas semanas de trámite.
Para entonces, Pedro Sánchez habrá sido elegido de nuevo secretario general del PSOE y comenzará un año en que llegaremos a la mitad de la legislatura en pueblos, ciudades y comunidades autónomas donde muchos cuentos, esos que ahora se llaman bulos, habrán desaparecido por ciencia infusa y muchos argumentos colorearán algunos mofletes de quienes mantienen ropa sucia en sus cestas.
Será para entonces cuando empecemos a evaluar quiénes son personajes de cuento, algunos incluso navegantes, y quiénes son personas a tener en cuenta. Escribir para los buenos entendedores siempre es una satisfacción.