La cantante y actriz Silvia Luchetti, conocida por su talento en el teatro musical, combina su vida artística con una conexión profunda con sus mascotas. Desde hace 15 años, Silvia reside en Casavieja, un encantador pueblo del Valle del Tiétar, aunque su trabajo la lleva a Madrid y a escenarios de todo el país. Actualmente interpreta a Madame Giry en la segunda temporada de El Fantasma de la Ópera, un personaje que define como “una mujer fuerte y de gran corazón”. Sin embargo, fuera del escenario, Silvia comparte su día a día con sus fieles compañeros: Brujo, Sol, Catalina y Shiva, a quienes describe como “puro amor e inocencia”.
Cuando se le pregunta cómo influyen sus animales en su vida artística, Silvia no duda, “me dan equilibrio. No puedes ‘no tener tiempo’ para ellos. Me conectan con lo más sensible dentro de mí, y esa sensación procuro llevarla al escenario en algunas escenas”.
Silvia recuerda con especial emoción cómo Brujo, su perro, llegó a su vida: “Apareció en un viaje a Ponferrada. Lo tenían unos cazadores en muy malas condiciones, golpeado y mal alimentado. Cuando lo encontré, no tenía chip ni dueño. Se subió a mi coche sin problema y nos cambió la vida a los dos. Desde entonces, viene a todas partes conmigo. Si una gira no lo admite, no la acepto. Ahora voy con mi perro a donde sea”.
Además de su familia en casa, Silvia se ocupa de una pequeña colonia de gatos callejeros en su barrio, a quienes esterilizó y cuida con dedicación. Aunque admite que no planea agrandar la familia, su compromiso con los animales es firme.
Desde su experiencia, Silvia comparte un consejo para quienes están pensando en adoptar: “Antes que nada, pensad que no es un juguete. Es una responsabilidad. Los animales sienten, se deprimen, se alegran. No los tengas si no estás dispuesta a cambiar tu vida para hacerles un hueco. Son seres sintientes, y crear ese vínculo con ellos es una ganancia para el corazón, pero requiere compromiso”.
Silvia Luchetti es un ejemplo de cómo el amor por el arte y por los animales puede coexistir, creando una vida donde la sensibilidad y la empatía son protagonistas tanto dentro como fuera del escenario.
Fotos de Valeria Cassina.