OPINIÓN

El cambio climático y los necios

Alberto Retana

CARTA DEL DIRECTOR

Escrita por Alberto Retana, director de Ls Voz del Tajo

Alberto Retana | Miércoles 30 de octubre de 2024

Seis personas desaparecían en la tarde de este martes en la localidad albaceteña de Letur y, pese a que otras noticias sigan abriendo las portadas de los medios, la vida debe seguir siendo la clave de toda la actividad humana.

Lo digo porque esta última DANA que nos invade en plena semana de Todos los Santos volverá a considerarse como ‘algo normal’ por los necios que siguen negando el cambio climático.

Y aunque estos terraplanistas del siglo XXI pretendan convencernos con su película anacrónica y despreciativa de la ciencia, la cruda realidad vuelve a imponerse.

Pese a que los negacionistas siguen diciendo que hace 50 años también hacía frío e incluso las condiciones de vida eran más duras, la evidencia les quita toda la razón y, por desgracia, se lleva unas cuantas vidas por delante. Aunque eso para los necios descreídos no es suficientemente importante.

Hace justo una semana tuve la ocasión de ser protagonista en un foro organizado por el periódico que me honro en dirigir en el que se puso de manifiesto que el cambio climático existe, nos condiciona y, además, se recrudece año a año.

La importancia de la tecnología y la incidencia del clima sobre la actividad agropecuaria fueron algunos de los temas analizados y la conclusión fue clara: o hacemos algo o el futuro será diferente del que deseamos. Porque claro que ha llovido siempre, claro que ha habido veranos tórridos, por supuesto que las nieves aparecen o seguro que la sequía nos ha castigado con su presencia.

Pero lo que estamos viviendo en los últimos años, de seguido y sin tregua, tiene un origen y se han mostrado las soluciones necesarias. Sólo hay que ponerse manos a la obra.

Finalizo dando las gracias. He aludido al foro tecnológico de La Voz del Tajo celebrado en Talavera hace unos días y no puedo por menos que agradecer a esta casa, Castilla-La Mancha Media, su apoyo incondicional, así como a todos los participantes a un lado y otro de la mesa de ponencias. La prueba de que remar juntos tiene su fruto positivo la he podido disfrutar en primera persona. Y como es de biennacidos, gracias a todos los que han aportado su granito de arena.


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