Carecer de responsabilidades directas en materias tan importantes como aquellas que afectan a los movimientos migratorios mundiales, las causas que los generan y las consecuencias y efectos que provocan en los países, puede llevar a generar discursos populistas, donde el manejo de conceptos simples, armonizados con el sentido nacional de pertenencia, y aderezado –todo ello– con grandes dosis de miedo, acentúan el odio de unos pueblos hacia otros.
Algo que debemos tener en todo momento presente es que es responsabilidad de los representantes públicos, no solo radica en dar soluciones a los problemas concretos de los ciudadan@s, sino armonizar políticas que ayuden a la convivencia entre los seres humanos.
Atendiendo a estos principios, y desde un punto de vista moral, la moción que ha presentado VOX en el Ayuntamiento de Talavera de la Reina es completamente inaceptable, y no nos referimos a una moral de corte exclusivamente humanística orientada a la ayuda humanitaria, sino más bien a una moral cristiana y católica.
VOX olvida, o quizá desconoce, los diferentes mensajes que el Santo Padre ha ido redactando en los últimos años y que nos ayudan a dar luz sobre las políticas activas que los distintos gobiernos deben asumir, elaborar y trabajar, con una mirada alejada del partidismo, el odio y el enfrentamiento ideológico.
Ya en el año 2021, en la 107.ª JORNADA MUNDIAL DEL MIGRANTE Y DEL REFUGIADO 2021, en uno de sus párrafos más esclarecedores, su Santidad el Papa Francisco decía lo siguiente: “En efecto, la catolicidad de la Iglesia, su universalidad, es una realidad que pide ser acogida y vivida en cada época, según la voluntad y la gracia del Señor que nos prometió estar siempre con nosotros, hasta el final de los tiempos (cf. Mt 28,20). Su Espíritu nos hace capaces de abrazar a todos para crear comunión en la diversidad, armonizando las diferencias sin nunca imponer una uniformidad que despersonaliza. En el encuentro con la diversidad de los extranjeros, de los migrantes, de los refugiados y en el diálogo intercultural que puede surgir, se nos da la oportunidad de crecer como Iglesia, de enriquecernos mutuamente”.
Atendiendo a estas palabras, parece ser que a VOX, y muy concretamente a su portavoz en Talavera y Castilla-La Mancha, David Moreno, no se les da muy bien eso de predicar con el ejemplo. Por un lado, incitan al odio con bulos y propuestas que nada ayudan a la cohesión social, mientras que por otro se jactan de ser católicos (no practicantes, sus actos le delatan) reivindicando “los valores que la clase de Religión aporta a la convivencia escolar, fomentando el compañerismo, la solidaridad, la ayuda al prójimo y el respeto a los mayores, entre otros muchos". Y es que así ‘defendió’ VOX CLM la proposición de recuperar el horario lectivo de las clases de religión en Secundaria.
Y, precisamente, de amar al prójimo habla de una manera muy clara y concisa la Santa Biblia: “Con nadie tengáis otra deuda que la del mutuo amor. Pues el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. (...) La caridad no hace mal al prójimo. La caridad es, por tanto, la ley en su plenitud”, (Romanos,13). La pregunta es sencilla: ¿Se saltó David Moreno esta lección cuando recibía clases de Religión?
Y si algún lector continúa teniendo dudas sobre la postura de la Santa Sede sobre la inmigración y las políticas que como buen cristiano (voy más allá, como ser humano) hay que tomar, en el año 2022 –con motivo del 108º Día Mundial del Migrante y del Refugiado, el 25 de septiembre del año 2022– se profundizó mucho más sobre este asunto: el proyecto de Dios es "esencialmente inclusivo" y "sitúa en el centro a los habitantes de las periferias existenciales" se refiere a los migrantes, refugiados, desplazados, víctimas de la trata. "Es con ellos que Dios quiere edificar su Reino, porque sin ellos no sería el Reino que Dios quiere. La inclusión de las personas más vulnerables es una condición necesaria para obtener la plena ciudadanía".
La postura del Papa Francisco, quien en virtud a su posición como sucesor de Pedro, es el Jefe máximo de la Iglesia Católica, el Vicario de Cristo en la tierra, es clara: “ayudar a las personas más vulnerables e incluirles en la sociedad”. Mientras que desde el Vaticano lanzan este mensaje, VOX promulga otro completamente distinto y muy alejado de la doctrina cristiana. De nada sirve decir públicamente que la asignatura de Religión “contribuye de manera fundamental al desarrollo de los valores humanos y cívicos en nuestros jóvenes”, cuando desde este partido de extrema derecha se alienta a criminalizar a inmigrantes en situación irregular que huyen de su país de origen buscando una vida mejor.
Por último, el Sumo Pontífice, en la 109ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado del año pasado, se atrevía a ir más lejos aún y citaba directamente el evangelio “Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver” (Mt 25,35-36), invitando a todos a practicar las obras de misericordia con los migrantes mientras se trabaja “para que toda migración pueda ser fruto de una decisión libre”.
Y vuelvo a preguntarme: ¿David Moreno (VOX) actúa conscientemente contra lo que promulga el Santo Padre?
Maxi Muñoz, vecino de Talavera de la Reina (Toledo)