La edición castellano-manchega de El Diario ha soplado esta semana las velas que certifican una década desde su estreno, culminando un recorrido que les ha colocado como medio referente en la región, donde cuenta con casi 2.000 suscriptores, además de situarse entre los digitales más leídos en todo el territorio.
Antes de un acto de celebración que tuvo lugar en el Teatro de Rojas (Toledo), el director del medio, Ignacio Escolar, ha destacado la importancia dada desde la dirección al hecho de contar con periodistas profesionales en todos los territorios donde opera, que ya son las diecisiete autonomías.
"Hemos querido ser un periódico nacional de verdad, no un periódico de Madrid, y para eso hacía falta tener redacciones en el terreno. Y en Castilla-La Mancha con bastante éxito, porque son diez años en los que las compañeras están haciendo un buen periódico, un buen producto que está funcionando muy bien", ha resaltado.
Todo ello en un año, el 2024, en el que El Diario ha consumado su despliegue por todo el país. "Somos el primer periódico nacional que de verdad está en todo el territorio español".
Con la premisa de que "mucha gente en España quiere leer las noticias de su territorio", ha recordado parte de la esencia de lo que es noticia, y es que una información lo es cuando afecta directamente a su consumidor.
"¿Cómo no te va a afectar lo que pasa en tu ciudad, en tu autonomía, en tu barrio? Es que es imposible. El error es pensar que se puede construir un periódico que te informe de lo que ocurre a 300 kilómetros de distancia, eso es imposible", ha abundado, añadiendo que un buen periódico tiene que tener "gente sobre el terreno". "Y yo creo que aquí nos ha ido bien precisamente por eso, porque hace ya diez años que estamos apostando por estar en esta tierra y gracias a eso podemos informar bien sobre ella".
Un proyecto que considera "sólido y solvente" y que puede "presumir" de que "no tiene deudas y de que hace todo con el apoyo de sus lectores", superando ya los 93.000 socios a nivel nacional y acumulando 1,5 millones de lectores al día. "Esa es la garantía de que dentro de diez años y dentro de veinte, estoy seguro, estaremos aquí".
La directora del medio en la región, Carmen Bachiller, ha resaltado el papel de El Diario, que en Castilla-La Mancha supo "penetrar hace diez años como medio de comunicación nuevo, con un periodismo independiente, y que ahora llega a todas las provincias y rincones de la región".
Algo que ha conseguido también dándose la mano con medios locales, desde Las Noticias de Cuenca hasta Toledo Diario, con sociedades que han funcionado a la perfección con el punto de mira puesto en "llegar a la gente".
"Llegar a las instituciones es sencillo, estamos en Toledo como cabecera regional, pero también nos interesan las provincias, todas las historias que tienen que contar. Ese es nuestro DNI, nuestra seña de identidad", ha remarcado.
Con una línea ética que les lleva a poner énfasis en informaciones del sector agroalimentario, sobre divulgación científica, apostando por los derechos humanos y poniendo el altavoz a movimientos feministas y por la igualdad, tal y como explica Bachiller.
Y más allá, con una apuesta por temas propios, "más reposados, más trabajados, con más análisis". Una combinación que se completa con "la mirada crítica de los socios", casi 2.000 en Castilla-La Mancha, que "son fundamentales para marcar una línea editorial independiente".
Francisca Bravo posee la primera de las plumas que escribió ahora hace diez años en la cabecera ahora decenaria, y recuerda su primera crónica. "Fue acerca de una asociación que recogía material para familias en situación vulnerable en Santa Bárbara", rememora para Europa Press.
Con solo 24 años, ser el ama de llaves de El Diario en Castilla-La Mancha fue "cumplir un sueño de cualquier periodista", sobre todo por su vocación de "compromiso e inclinación clara" sobre hacia dónde quería enfocar su carrera.
"Creo que cumplir diez años con este proyecto tan arriesgado y tan valiente es un motivo para celebrar diez veces", asevera.
Un diario que goza de "estabilidad" apoyada en los lectores y lectoras, socios y socias, que "han permitido construir un proyecto que tiene una ruta muy bien marcada". "Y en ella estamos trabajando con mucha profesionalidad, sobre todo con unos valores muy claros y una línea editorial marcadísima".
Bravo, que ha querido recordar nombres que han pasado por la redacción como Teresa Sánchez o Diego Jiménez, ha puesto en valor la casa "como un medio donde quedarse y asentarse" para periodistas.