La pieza realizada por Juan Carlos Fernández Carrasco, maestro alfarero de El Puente del Arzobispo (Toledo), junto a los prestigiosos ceramistas Alyarrar —especialistas en cerámica andalusí— en la que se recreaba el ‘Jarrón de las Gacelas’, una de las joyas del arte cerámico español de la Edad Media, ya se encuentra en su destino desde el pasado lunes, 7 de octubre: Arabia Saudí.
Es por ello que desde La Voz del Tajo hemos hablado con Juan Carlos Fernández para que nos cuente todos los detalles sobre el proceso final que ha llevado a cabo la pieza —ver fotos de todo el proceso completo al final de esta información—.
En varias ocasiones este medio ha hablado con el ceramista de El Puente del Arzobispo para que nos contase más sobre este ambicioso proyecto, lo último que sabíamos era que “tras meses de duro trabajo, entró en el horno” y, “tras el enfriamiento necesario”, el Jarrón de las Gacelas ya estaba listo para culminar.
“Estoy muy orgulloso de cómo hemos llevado el trabajo, hicimos una segunda pieza por si había que hacer algún descarte y así elegir la mejor, pero al final salió todo bien a la primera, está en forma, sin ninguna fisura… Profesionalmente estoy más que satisfecho”, ha asegurado Juan Carlos Fernández.
Una vez salida del horno, se envió la pieza al taller de cerámica de Alyarrar ubicado en Granada, ya que son especialistas en cerámica nazarí y reflejo metálico. “Ellos han tardado desde el mes de junio hasta últimos de septiembre entre decoración y cocción”, explica el alfarero.
“La decoración tiene mucha dificultad, no sólo porque los patrones de la original son muy complicados ya que son líneas muy estudiadas por ellos, muy elaboradas, muy finas y concretas o incluso porque que hay hacerlas lo más iguales posible; sino que además la envergadura de la pieza va pintada hasta la parte de debajo del labio. Imagina meter el pincel por ahí, nunca lo había imaginado hasta que lo vi”, continúa.
A finales de septiembre Alyarrar preparó un horno especial para este tipo de cocciones, “son unos de los pocos que hacen reflejos metálicos en España y son muy especialistas en ello, han preparado un horno especial para hacer la cocción y reducción y el resultado ha sido espectacular, sorprendente, mucho mejor de lo que podíamos imaginar. Está perfecta toda la parte técnica de cocciones, de composición de materiales, de colores y demás”.
Una vez terminado por completo el trabajo Juan Carlos Fernández asegura que está muy orgulloso de que “el nombre, no sólo el mío como artesano, sino el de Puente del Arzobispo y la cerámica de Castilla-La Mancha y de nuestra zona haya llegado a ese destino, que es muy importante. Yo creo que con el tiempo se verá la importancia de que una pieza hecha aquí esté en una exposición de arte a nivel mundial”.
Es por ello que se siente “muy satisfecho con todo”. “Al principio si que dudé un poco si yo estaría a la altura. Ellos se acercaron a mí porque decían que según su opinión yo iba a ser uno de los pocos en España que podía llevar a cabo esta pieza, para mí es un halago, pero yo tenía mis dudas, es una pieza muy complicada”, confiesa.
Al final, asevera, “estoy muy orgulloso de haber acabado todo bien y a la primera, porque a pesar de haber llevado otra pieza en la retaguardia por si acaso no ha hecho falta utilizar ese recurso. Ha sido muy intenso, meses de muchísima concentración, sí que ha quitado algo de sueño, cosa que no me había pasado nunca, pero estoy muy contento”.
Respecto a proyectos futuros, Juan Carlos Fernández indica que no sabe lo que vendrá después de esto, “nosotros la semilla ya la hemos puesto”. “Diariamente yo hago trabajos normales, sobre todo fabrico piezas de lo que llamamos en Talavera y Puente ‘el bizcocho cerámico’, que son las piezas en barro para los ceramistas que luego ellos terminan”.
“Ahora mismo no tengo nada concretado que pueda ser muy llamativo, hay una cosa que sí que tengo hablado y en proyecto que todavía no está puntualizado, pero del tipo del jarrón de las gacelas no, creo que esto ha sido un pico en el trabajo”, concluye.
En 2018 el ceramista de El Puente del Arzobispo Juan Carlos Fernández logró un Récord Guiness de velocidad de producción en torno alfarero al conseguir realizar 546 copas medievales de barro en menos de cinco horas.
El Jarrón de las Gacelas, una de las obras maestras de la cerámica universal, se encuentra en el Museo de la Alhambra. Fue creado durante el periodo nazarí, bajo el reinado del sultán Muhammad V, aproximadamente entre 1370 y 1380. Se concibió como objeto de lujo. Este jarrón presenta una decoración exquisita sobre un fondo blanco en azul y dorado. En su contorno, una franja epigráfica en cursiva repite las palabras “la felicidad y la prosperidad”. Sin embargo, lo más distintivo son las cuatro gacelas que adornan su cuerpo, otorgándole su nombre.
Sus grandes dimensiones y su formato son la evolución más esbelta y estilizada lograda de las tinajas de la época. La proporción entre el ancho y el alto del jarrón es perfecta (1 a 2). Tiene en contra la imposibilidad de mantenerse en pie por sí mismo dada la reducida base -14 cm de diámetro- en relación al voluminoso cuerpo. Según el Patronato de la Alhambra, en un informe del Archivo de la Alhambra fechado en 1792 se dice que en el salón de Comares había dos grandes jarras, pero una de ellas habría quedado destruida al subirse un muchacho en ella y tirarla al suelo.