El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha aprovechado la inauguración del curso académico en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) para destacar el progreso de la sanidad regional en cuanto a las pruebas de detección en recién nacidos.
Recordó que, hace unos años, la región contaba con tan solo diez pruebas disponibles para la ‘prueba del talón’, mientras que ahora se ha propuesto alcanzar las 40. Este avance demuestra, en su opinión, que la sanidad regional está avanzando a un “ritmo muy acelerado” en esta materia.
Durante su intervención, García-Page solicitó también la colaboración de dos facultades clave de la UCLM: Historia y Derecho, y Económicas. En cuanto a la Facultad de Historia y Derecho, el presidente advirtió sobre la tendencia de algunos sectores a querer “retroceder en la historia e inventársela”. En el ámbito jurídico, destacó que “el deporte nacional parece ser retroceder en el estado de derecho y en nuestro sistema jurídico, comenzando por el Constitucional”.
En lo referente a la enseñanza superior, García-Page se mostró abierto a la posibilidad de universidades de financiación privada, pero subrayó que estas instituciones deben comprometerse con la investigación y no convertirse en simples “factorías de títulos”. A su vez elogió el buen funcionamiento de la UCLM, aclarando que esto no se debe únicamente a que el Gobierno sea su principal financiador.
Además, garantizó la plena colaboración del Gobierno de Castilla-La Mancha con la UCLM, destacando que “se ha multiplicado por seis el número de estudiantes que acceden a estudios universitarios”. En esta línea, afirmó que su administración está decidida a ampliar tanto los edificios como los programas de estudio, lo cual reflejaría un crecimiento cualitativo y cuantitativo de la universidad. También anunció que, en el marco de la nueva Ley de Universidades, pedirá la participación activa de la UCLM en su desarrollo.
Finalmente, el presidente regional hizo un llamamiento a los especialistas en economía pública para abordar las demandas de financiación universitaria. Subrayó que la “singularidad” de una región puede ser beneficiosa para aspectos como el clima o la geografía, pero insistió en que no permitirá que ningún joven en España tenga más o menos derechos a la educación universitaria en función de su lugar de residencia.