Cada vez encontrar un alojamiento barato para las vacaciones, especialmente en el mes de agosto donde la demanda turística aumenta, es más difícil y es por ello que mucha gente opta por la nueva moda del ‘turismo low cost’, que consiste en dormir a pie de playa para ahorrarse el hotel. Una tendencia que se está popularizando en varias costas españolas, tal y como han informado en un reportaje de Noticias Cuatro.
Montse Ávila, reportera de los Informativos en este canal, se ha trasladado hasta la Barceloneta (Barcelona) —una de las ciudades donde el alquiler vacacional es más caro— para saber más en profundidad sobre esta práctica y ha asegurado que es algo que ha generado “preocupación en los vecinos y descontento en los hosteleros de la zona”.
En la Barceloneta, algunos turistas han llegado incluso a instalar tiendas de campaña en la arena, aprovechando la cercanía al mar para pernoctar, una situación que se observa durante todo el año y se intensifica notablemente en los meses de verano. “Me acostumbro a venir temprano a la playa y siempre veo a mucha gente que viene a dormir por aquí”, afirma un vecino de la zona.
“Hay mucha gente durmiendo en la playa, que se nota que es de toda la noche. Se nota que se quieren ahorrar la última noche de hotel”, asevera otro vecino. Sin embargo, este fenómeno no es exclusivo de Barcelona, ya que en otras zonas costeras de España también se observa un aumento de turistas que optan por dormir al aire libre en lugar de pagar por alojamiento.
No obstante, dormir en las playas catalanas está prohibido y puede acarrear sanciones de hasta 600 euros. Pese a ello, la aplicación de estas multas es inconsistente. “A veces veo que viene la Policía por la mañana también y despierta a la gente y les saca un poco de la playa, pero casi todos los días hay bastante gente que viene a dormir por la playa”, comenta un residente.
Los vecinos critican la actuación de la Guardia Urbana, que en muchas ocasiones se limita a dar un aviso. “A nivel de control tendrán que controlar un poco más temprano, porque veo que la Policía llega a partir de las 10 aproximadamente”, señalan. Sin embargo, no todos coinciden en la necesidad de medidas más estrictas. Para algunos, las restricciones son excesivas. “Está prohibido todo, da igual”, comenta otro vecino.
Más allá de las cuestiones económicas, otros ven riesgos en esta práctica. “Es super incómodo dormir en la playa. Aparte, hay mucho riesgo de que te roben. Yo conozco gente a la que le han robado por dormir en la playa”, advierte un vecino, destacando la vulnerabilidad de quienes optan por esta alternativa.