Desde primeras horas de la mañana, las calles de Toledo se engalanaron y comenzaron a tener un color y un olor característico de la fiesta de las fiestas en la capital regional. La gente empezó a abarrotar todas las calles por las que la procesión pasaba, disfrutando de un desfile que comenzó a las once de la mañana en la Catedral y que contó con la participación de los miembros Academia de Infantería, la Banda de Música de Toledo, centros educativos, así como varias cofradías, entre muchas otras personas y autoridades.
También fueron muchos los pequeños ataviados con sus trajes de la Primera Comunión los que desfilaron durante más de tres horas, siendo ovacionados allá por donde la procesión pasaba. Alrededor de la una del mediodía fue cuando la Custodia entró por Zocodover, siendo uno de los momentos más emotivos de toda la procesión, rompiéndose el silencio que se escuchaba con un aplauso unánime, mientras los pétalos de rosa caían sobre la Custodia. Este mismo sentimiento se pudo presenciar en la entrada del Señor a la Catedral de Toledo.
Como cierre del amplio desfile procesional, se encontraban las autoridades encabezadas por el presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Vicente Tirado, el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, portavoz del Gobierno de la región, y por el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, entre otras muchas autoridades civiles, militares y eclesiásticas, que no dudaron en felicitar a la organización por otra edición de un magnífico Corpus.
Miles de personas llenaron la ciudad de Toledo haciendo, una edición más, del Corpus la fiesta por excelencia de la capital regional, dejando testimonio que por algo fue declarada en el año de Interés Turístico Internacional en el año 1980.