El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha reivindicado este jueves en las Cortes regionales que con el nuevo Estatuto autonómico “vamos a poder ejercer la capacidad de planificar nuestro futuro, de gestionar nuestras expectativas y nuestra esperanza como pueblo”, una oportunidad que, a su juicio, “prestigia la vida pública y nos legitima también como autonomía”.
Durante el debate de la toma en consideración de la Proposición de Ley del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha celebrado en el Convento de San Gil, el presidente García-Page se ha felicitado de que la Comunidad Autónoma dé hoy un paso adelante “para seguir siendo una región estable, que está a gusto consigo misma. Una región con fuerza, pero sin vanidad. Una región con orgullo, pero sin soberbia, que está a salvo del populismo y del frentismo que impera hoy en la política nacional, y donde estamos haciendo lo que hay que hacer”.
Por todo ello, García-Page ha mostrado su “orgullo” por la labor de los grupos parlamentarios que apoyan el nuevo texto “y de la representación que hoy estamos haciendo con legitimidad y soberanía autonómica a los intereses” del conjunto de la ciudadanía castellanomanchega, al tiempo que ha reiterado el compromiso de su Gobierno de defender los intereses regionales, “no porque estemos en una guerra, no se trata de establecer muros, sino de defender los intereses de esta tierra. En el fondo, en una sociedad compleja todos tenemos que estar ojo avizor hacia donde van las industrias, los servicios, los presupuestos del Estado, es razonable, es legítimo”, sin que eso signifique contrariedad con los intereses generales de España.
En su intervención, el jefe del Ejecutivo autonómico ha resaltado “el valor de acordar como un hecho esencial en la democracia”, que supone “un tesoro en la coyuntura actual del país”. Así, ha lamentado que, si “hay una dificultad para el futuro en España, es la cantidad de puentes que se han roto entre unos y otros. España está creciendo y nos apuntamos a la esperanza todos, pero si tenemos un cuello de botella para el día de mañana que nos impida avanzar, ese es la ruptura absoluta del concepto positivo del hecho de acordar”.
En este sentido, ha puesto de relieve que, a lo largo de estos 45 años, en España “todo lo realmente importante se ha hecho por el acuerdo del PSOE y el PP o por la acción de alguno de estos dos partidos en el Gobierno”, y ha depositado en ambos partidos, “que han llegado a tener el 94 por ciento de la representación” en el Parlamento, “el grueso de lo que este país es hoy, con orgullo, en comparación a lo que era en 1975”.
“La autonomía no es independencia. Es exactamente lo contrario a la independencia. Precisamente porque las autonomías tenemos un papel importantísimo para frenar las ansias egoístas de todo independentismo”, ha destacado García-Page, asegurando además que “tenemos más fuerza para frenar el independentismo en las comunidades autónomas que un Estado que, finalmente, en alguna medida termina teniendo que pasar por taquilla”.
Asimismo, el presidente castellanomanchego ha subrayado que las autonomías “somos más garantes de la unidad de España que lo pueden ser, en muchos casos, algunos de los políticos en España”, por el hecho de que “defendemos lo mismo. La autonomía no significa que queramos más, simple y llanamente hace que compartamos todas las autonomías las mismas soluciones, ya que tenemos los mismos problemas”.
A este respecto, García-Page ha señalado que pretenden “homologar las posibilidades de tener las mismas soluciones”, algo para lo que es fundamental la financiación. Precisamente, el presidente regional ha reconocido que “no tenemos la financiación que queremos, pero si no alzáramos la voz, sería mucho peor todavía”.
También sobre financiación, se ha referido García-Page a la resolución aprobada ayer en el Senado para exigir al Gobierno central que se dote de un fondo contingencia a las cuatro comunidades autónomas “que somos claramente perjudicadas por el sistema”, y ha exigido que se cumpla la resolución “porque es de justicia”.
Finalmente, y tras destacar el papel de la Constitución, “que nos ha ampliado los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y la capacidad de poder decidir en la cercanía muchas de las cosas que afectan en nuestra vida diaria”, el presidente ha recordado que la amnistía “se debatió por dos veces, si tenía o no que estar” en el texto, y que “se rechazó la posibilidad de una amnistía como figura jurídica en la Constitución española”, al entender el constituyente que no cabía, “por si alguien tiene dudas de lo que se creía entonces y de lo que se entendía”, ha recalcado García-Page.