NUESTRA GENTE

Un pepinero ordenado sacerdote, por primera vez, desde el siglo XVI

Jorge, con sus padres y hermanoas

RELIGIÓN

Jorge Casitas Atencia ha hecho historia en esta localidad toledana

LVDT | Miércoles 03 de julio de 2024

Para los talaveranos oír hablar de la localidad de Pepino (Toledo) es muy normal. Lo primero por su vinculación con las fiestas de las Mondas. Si al viajero le sorprende en Talavera de la Reina el sábado de Pascua, hará bien en no perderse la fiesta de “Las Mondas” u ofrenda de los cinco pueblos comarcanos, que continúan la tradición -Mejorada, Pepino, Segurilla, Gamonal y Cervera- para venerar a la Virgen del Prado.

A estos pueblos, en las últimas décadas, se han sumado otros muchos. Pero, lo cierto, es que para estar separados por escasos kilómetros muchos talaveranos sabemos muy poco de su historia.

Es una vez más, Luis Moreno Nieto es quien nos ofrece estos datos: "A 8 kilómetros de Talavera de la Reina y 90 de la capital se encuentra la localidad de Pepino. Antiguamente se llamó Aldeanueva de Talavera. Su nombre actual, según las explicaciones más plausibles, es que proviene de uno de sus vecinos del siglo XVI, que se llamaba Alonso Pepino. Desde el siglo XVI perteneció al arzobispado de Toledo".

El año pasado estaban censados 3.163 habitantes. Y recientemente saltó a los noticiarios porque la Agencia Tributaria informó de que Pepino era el pueblo más rico de la provincia. Se leía que "su renta media bruta por habitante es casi el doble que la de los vecinos del municipio más pobre de la provincia de Toledo".

EL PRIMER SACERDOTE EN SIGLOS. Moreno Nieto también nos explica que en el alistamiento de gentes de guerra que hace Talavera en 1592, Pepino entrega dos soldados. Pues ahora, en 2024, Pepino entrega a uno de los suyos como clérigo.

Por la parroquia de la Purísima Concepción de Pepino, que pertenece al arciprestazgo de El Real de San Vicente, han pasado ilustres sacerdotes: en las primeras décadas fue encargado el siervo de Dios Francisco Javier Moreno Martínez, que alcanzó la palma del martirio siendo párroco de Cebolla (Toledo).

En 1959, el canónigo e historiador don José Carlos Gómez-Menor fue el encargado de Pepino. Después de él, estuvo don Gervasio Bermúdez, que tras este destino fue durante décadas párroco de Gamonal.

En 1972 fue encargado de esta parroquia don Ángel Fernández García. Don Augusto Resino López, durante treinta años atendió la parroquia, primero como encargado desde el 8 de octubre de 1976, y luego como párroco desde 1991.

En 2005, sería sustituido por Luis Miguel Triviño. Y a este, el actual párroco, el sacerdote ruandés Venuste Minani Nsabumukunzi.

RVDO. SR. DON JORGE CASITAS ATENCIA

Así que el pasado sábado, 29 de junio, solemnidad de los apóstoles Pedro y Pablo el pueblo de Pepino escribía una nueva página para su historia. Un pepinero, Jorge Casitas Atencia, era ordenado sacerdote por el arzobispo de Toledo, monseñor Francisco Cerro Chaves, en la catedral primada. -Ver fotografías al final de la noticia-

El próximo viernes 12 de julio celebrará, Dios mediante, su primera misa solemne de Acción de Gracias, a las 19 de la tarde, en la Basílica de Nuestra Señora del Prado de Talavera de la Reina.

Tras pasar 14 años en el Seminario Menor y Mayor de Toledo ahora le espera su primer nombramiento que recibirá en unos días.

Pero, ¿quién es Jorge, y con cuántos años de marchó al Seminario Menor y que nos puede contar de sus raíces y de su familia?

Nací el 24 de junio de 1998 en el hospital Nuestra Señora del Prado de Talavera de la Reina y fui bautizado dos meses después por don Augusto Resino López.

Tras terminar sexto de primaria en el colegio público de Pepino, ingresé en el seminario menor de Toledo con 12 años, tras haber recibido la primera comunión y ser monaguillo con don Luis Miguel Fernández Triviño.

Este sacerdote hizo ver a mis padres que dejar marchar a su hijo al seminario, aunque fuera doloroso, el Señor lo tendría muy en cuenta y se lo pagaría con creces.

Mi padre es natural de Pepino y mi madre de Portugalete (Vizcaya). A lo largo de estos años de formación en el seminario, el Señor ha ido derramando grandes gracias que han llegado a toda la familia y ha permitido que muchos familiares se acerquen más al Señor, a su Iglesia, a los sacramentos.

Doy gracias al Señor por haberme cuidado tan bien a lo largo de estos años por medio de familiares, paisanos, amigos, sacerdotes, consagradas…

Pido al Señor por cada uno de ellos, y pido para que, si es su voluntad, nuestro pueblo pueda tener pronto un nuevo sacerdote.

Texto: Jorge López Teulón


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