Ayer por la noche, la Plaza de Toros de Alicante fue testigo de una velada histórica y emotiva. Tomás Rufo, en su primera ocasión compartiendo el paseíllo con el maestro Enrique Ponce, quien se despedía del ruedo alicantino, logró salir a hombros tras una sensacional faena al último toro de la tarde —fotos al final de la información—.
El evento contó con la presencia de dos tercios de entrada, con los toros de Daniel Ruiz que, en general, ofrecieron un buen juego. El más destacado de la noche fue el sexto, por su profundidad y calidad, el cual permitió a Rufo lucirse y conquistar a la afición.
El alcalde de Alicante, Luis Barcala, y Nacho Lloret, en representación de la empresa Eventos Mare Nostrum, rindieron homenaje a Enrique Ponce al finalizar el paseíllo.
Ponce tuvo una actuación memorable aunque con altibajos. Con su primer toro, al que le costaba seguir las telas, logró arrancar una oreja a base de esfuerzo. Su faena con el cuarto toro, brindada a una de sus hijas, fue premiada con otra oreja tras una estocada corta, lo que aseguró su salida por la puerta grande entre ovaciones y vueltas al ruedo.
Por su parte, David Galván también tuvo una destacada actuación, demostrando su habilidad con el capote y ganándose una oreja con el segundo toro gracias a su improvisación y entrega. Con el quinto toro, a pesar de que se vino abajo pronto, Galván consiguió otra oreja tras una faena en la corta distancia que conectó con el público.
El momento cumbre de la noche llegó con la faena de Tomás Rufo al sexto toro, el más completo del lote. Desde el inicio, llevándolo a los medios, hasta las tandas finales de naturales, Rufo bordó su actuación, mostrando un toreo ligado y profundo. La plaza de Alicante rugió y se entregó por completo, culminando con dos merecidas orejas para el joven toledano.
Además, la noche contó con destacadas actuaciones en los pares de banderillas de Juan Carlos Rey y David Pacheco en el tercero, y Sergio Blasco y Fernando Sánchez en el sexto, quienes se desmonteraron en señal de reconocimiento.
La despedida de Enrique Ponce y el triunfo de Tomás Rufo marcaron una noche inolvidable para los aficionados presentes, sellando con broche de oro una jornada llena de emociones y buen toreo.
Enrique Ponce: Oreja y oreja tras dos avisos.
David Galván: Oreja tras aviso y oreja tras aviso.
Tomás Rufo: Ovación con saludos y dos orejas tras aviso.