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El Hospital Universitario de Toledo, referente en prueba de esfuerzo cardiopulmonar

SESCAM

Al alcanzar este mes de mayo la cifra de 5.000 exploraciones realizadas desde que comenzara en el año 2015

La Voz del Tajo / Agencias | Domingo 26 de mayo de 2024

La Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital Universitario de Toledo, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, se ha situado como referente nacional en pruebas de esfuerzo cardiopulmonar (ergoespirometría) al alcanzar este mes de mayo la cifra de 5.000 exploraciones realizadas desde que comenzara en el año 2015 a realizarse esta técnica en el centro sanitario.

Según señala el doctor Alejandro Berenguel, cardiólogo del Complejo Hospitalario Universitario de Toledo y responsable del programa, “la prueba de esfuerzo con consumo de oxígeno o ergoespirometría es una prueba cada vez más utilizada en cardiología pero, sin embargo, está poco extendida su realización entre la especialidad”.

La ergoespirometría o prueba de esfuerzo cardiopulmonar (PECP) estudia de forma global y no invasiva la respuesta integral del organismo frente al ejercicio. Consiste en el análisis de los gases respiratorios espirados durante la aplicación de un estrés fisiológico como es el ejercicio físico.

Con el fin de difundir y formar a especialistas en esta técnica, la Sociedad Española de Cardiología creó en 2018 el Grupo de Trabajo de Ergoespirometría, coordinada por el doctor Berenguel, y desde entonces imparte formación tanto por toda la geografía nacional como por Sudamérica.

De esta manera, el Hospital Universitario de Toledo acoge cada año a decenas de cardiólogos, tanto nacionales como extranjeros, que se forman en el centro sanitario toledano en esta técnica.

Asimismo, el responsable del programa en estehospital indica que actualmente esta técnica se encuentra implantada en otras entidades con las que se colabora en diversos proyectos de investigación, como la Escuela Central de Educación Física del Ejército de Tierra o la Facultad de Ciencias de la Actividad Física de la Universidad de Castilla-La Mancha.

Además, este especialista publicó en el año 2019 el primer libro en castellano sobre la técnica aplicada a la Cardiología y ha sido autor de múltiples trabajos científicos y de investigación, como el premiado RECOVER, en pacientes con COVID persistente.

UNIDAD

La Unidad de Rehabilitación Cardiaca del área sanitaria de Toledo se puso en marcha en octubre del año 2015 para la recuperación integral de pacientes que han sufrido un infarto agudo de miocardio.

En estos ocho años y medio de actividad de la unidad, en la que trabaja un equipo multidisciplinar de profesionales, un total de 2.300 personas con diversas patologías cardiovasculares han sido atendidos para la recuperación integral de su proceso

En este periodo de tiempo se ha logrado que prácticamente todos los pacientes que participan en el programa mejoren su calidad de vida y su capacidad funcional mediante el ejercicio físico y la educación sanitaria.

Así, se ha mejorado el control de la tensión arterial y los niveles de colesterol a la vez que muchos han reducido peso y dejado de fumar.

En estas unidades se lleva a cabo un programa de entrenamiento físico personalizado para cada paciente, que se encuentra constantemente monitorizado, además de un programa educativo que le permita incorporarse a su vida con la mejor situación funcional.

La rehabilitación cardiaca se prolonga durante 8 semanas en las que los pacientes se someten a un programa de ejercicio físico, a los que previamente se les realiza una prueba de esfuerzo con consumo de gases (ergoespirometría) para medir el consumo de oxígeno y la frecuencia cardiaca objetivo en la cual deben entrenarse los pacientes.

La patología más frecuente atendida en la unidad es la cardiopatía isquémica, concretamente pacientes que han sufrido un infarto de miocardio, aunque también está dirigida a pacientes con insuficiencia cardiaca, hipertensión pulmonar, pacientes sometidos a una cirugía cardíaca o a una angioplastia coronaria, entre otras patologías.

Además de trabajar la capacidad física, se pretende ayudar a los pacientes que han sufrido un infarto a controlar los factores de riesgo con el fin de que modifiquen sus hábitos de vida, así como a abordar otros problemas comunes que presentan, como la ansiedad, depresión o incluso orientación acerca de su reinserción laboral. Por ello, a través de charlas se dan pautas de estilo de vida saludable como la necesidad de llevar una buena alimentación, dejar de fumar o realizar ejercicio.

Las enfermedades cardiovasculares son el motivo más frecuente de muerte en el mundo. De ellas, el infarto agudo de miocardio es la principal causa de muerte en pacientes hospitalizados y representa una carga asistencial considerable.

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