El Gobierno de Castilla-La Mancha y los grupos de acción local están dando los primeros pasos para la creación de la Agenda de Desarrollo Urbano y Rural (ADUR) de la comarca toledana de La Jara y la Sierra de San Vicente, una de las cinco experiencias piloto que el Ejecutivo autonómico quiere poner en marcha este mismo año, del total de 26 que se van a llevar a cabo en la región, con el fin de sentar las bases de este nuevo instrumento que quiere analizar al detalle la realidad, tanto sus problemas y carencias como las virtudes y ventajas, de cada uno de los territorios afectados por pérdida de población en Castilla-La Mancha.
Así se ha puesto de manifiesto durante el encuentro entre el viceconsejero de Planificación Estratégica, José Antonio Carrillo; el presidente de Recamder, Jesús Ortega; junto a varios representantes del Grupo de Acción Local ‘Tierras de Talavera’ encabezados por su presidente, Víctor Eduardo Elvira y su gerente, María Carmen Vidal, donde se han establecido los primeros contactos para diseñar las líneas estratégicas de la Agenda.
En concreto, estas agendas de Desarrollo Urbano y Rural, tal y como les ha trasladados el viceconsejero de Planificación Estratégica, se constituyen como un instrumento para el desarrollo de la Estrategia Regional frente a la Despoblación, y poder “plasmar todo lo que se ha puesto en marcha desde la aprobación de la Ley de medidas contra la Despoblación”, en vigor desde el año 2021.
En este sentido, Carrillo ha insistido en que el diseño de esta ADUR de La Jara y la Sierra de San Vicente se complementará con las actuaciones que el Ejecutivo autonómico viene desarrollando en el marco de la Ley y la Estrategia Regional frente a la Despoblación y que se está traduciendo en un incremento de saldo positivo en esta zona.
Según las últimas cifras que arroja el Instituto Nacional de Estadística (INE), a esta zona de la provincia de Toledo ha crecido en la llegada de nuevos moradores que han elegido este territorio gracias a las medidas de discriminación positiva que incluye la Ley de medidas contra la Despoblación, así como a la garantía de acceso a los servicios públicos como son la sanidad, la educación, los servicios sociales y el transporte.
En concreto, se han mudado en los últimos años 480 personas en el caso de la zona de la Jara y más de 280 en lo que respecta a la Sierra de San Vicente frenando, en ambos casos, el proceso de pérdida demográfica porque hoy son más los que vienen que los que se marchan.