Juan Carlos Fernández Carrasco, maestro alfarero de El Puente del Arzobispo (Toledo), ha sido elegido para colaborar en la realización de la reproducción de una de las joyas del arte cerámico español de la Edad Media. Junto a los prestigiosos ceramistas Alyarrar (especialistas en cerámica andalusí), ambos equipos están recrearán el Jarrón de las Gacelas, una de las obras maestras de la cerámica universal, y que se encuentra en el Museo de la Alhambra. El objetivo final es que sea expuesta en un importante museo de Arabia Saudí.
“Cuando Alyarrar me propuso que colaborará con ellos en el encargo que les había pedido el museo no podía creérmelo. Es un reto mayúsculo, pensé. Y, aunque en un primer momento dudé en aceptarlo (es una tarea muy compleja de compaginar con otros trabajos), finalmente acepté. Y puedo decir que es la obra con mayor dificultad técnica a la que me he enfrentado en 40 años de profesión”, comenta a La Voz del Tajo.
La reproducción del Jarrón de las Gacelas por parte del equipo español seleccionado para esta hazaña está dividida en dos partes. Mientras que el maestro alfarero de El Puente del Arzobispo está realizando el jarrón propiamente dicho, los artesanos de Granada se encargarán del esmaltado y la decoración.
“Realizar el jarrón está siendo un trabajo muy exigente. Hay que trabajar con una arcilla especial para la ocasión y hasta hemos tenido que realizar reformas en el torno y en el horno para que la pieza entre”, explica Juan Carlos Fernández, gran experto en el oficio alfarero, tradición que oficio que aprendió de su padre, el conocido alfarero Francisco Fernández Robles, Medalla al Mérito Artesano, y Campeón Nacional de Alfarería en el año 1975.
Juan Carlos comenzó el pasado 17 de febrero con los trabajos para realizar la famosa tinaja, que alcanza una altura de 135,20 cm y cuenta con un diámetro de 68,70 cm. El Día de San José terminó la primera pieza y actualmente están en proceso las otras dos piezas del jarrón. “En un mes estará todo terminado. A primeros de mayo la pieza completa tiene que estar cocida y esmaltada”, explica el prestigioso alfarero de la comarca de Talavera. –Puedes ver las imágenes al final de la noticia–
Recientemente Juan Carlos tuvo el orgullo de recibir en su taller la visita de Sebastián y Bernardo de ‘Alyarrar”. “Pusimos en común algunos detalles con respecto a esta obra de arte. Y así cogimos impulso para lo que queda: un reto y un maravilloso desafío”.
Aunque Talavera de la Reina y su comarca es una tierra de artesanos, con gran tradición en alfarería y cerámica, el futuro de este arte no está tan claro. “Hay presente y futuro, pero para ello hay que conseguir que exista un verdadero relevo generacional”, explica el alfarero de Puente del arzobispo.
“El relevo es el gran problema. De nada nos sirve ser muy buenos ahora si no tenemos cantera. Hay mucho trabajo. Nos llegan muchos encargos. Pero necesitamos un proyecto de aprendizaje de verdad, donde las Administraciones nos apoyen”.
“La declaración de la UNESCO nos trajo, además del reconocimiento internacional, el encargo de conseguir transmitir el conocimiento y este pase de generación en generación”, subraya el maestro alfarero.
"El legado que supone este y otros oficios artesanos (textil, madera, cerámica, forja, mimbre…) es muy grande. Entre todos debemos dar continuidad a las técnicas que son patrimonio e identidad de la región. Pero esa tarea no depende exclusivamente del artesano”, remarca el maestro alfarero de El Puente del Arzobispo.
En 2018 el ceramista de El Puente del Arzobispo Juan Carlos Fernández logró un Récord Guiness de velocidad de producción en torno alfarero al conseguir realizar 546 copas medievales de barro en menos de cinco horas.
El Jarrón de las Gacelas, una de las obras maestras de la cerámica universal, se encuentra en el Museo de la Alhambra. Fue creado durante el periodo nazarí, bajo el reinado del sultán Muhammad V, aproximadamente entre 1370 y 1380. Se concibió como objeto de lujo.
Este jarrón presenta una decoración exquisita sobre un fondo blanco en azul y dorado. En su contorno, una franja epigráfica en cursiva repite las palabras “la felicidad y la prosperidad”. Sin embargo, lo más distintivo son las cuatro gacelas que adornan su cuerpo, otorgándole su nombre.
Sus grandes dimensiones y su formato son la evolución más esbelta y estilizada lograda de las tinajas de la época. La proporción entre el ancho y el alto del jarrón es perfecta (1 a 2). Tiene en contra la imposibilidad de mantenerse en pie por sí mismo dada la reducida base -14 cm de diámetro- en relación al voluminoso cuerpo.
Según el Patronato de la Alhambra, en un informe del Archivo de la Alhambra fechado en 1792 se dice que en el salón de Comares había dos grandes jarras, pero una de ellas habría quedado destruida al subirse un muchacho en ella y tirarla al suelo.