Como cada primer viernes del mes de marzo la iglesia de las Bernardas recibe la visita de cientos de personas, de Talavera de la Reina y de la comarca, para venerar al santo Cristo de Medinaceli, que se custodia en dicho templo. La tradición manda que hay que pedir tres deseos.
La pequeña iglesia del monasterio, ubicado en el corazón del casco antiguo, recibe a cientos de vecinos cada primer viernes de marzo desde 1945. Esa fecha fue en la que Félix Moro y su esposa regalaron una imagen del Cristo de Medinaceli.
A punto de cumplir 80 años desde aquella fecha, de nuevo el fervor por el Cristo sirve de pórtico para este mes de marzo que finaliza con la Semana Santa.
La devoción al Cristo no sólo se compone del rito sino que muchos talaveranos aprovechan para comprar algunos de los dulces que elaboran las religiosas.
Ayer comenzó en el Monasterio de la Encarnación de las Madres Bernardas de Talavera de la Reina el triduo (rosario, triduo y Eucaristía) de preparación para la fiesta del Cristo de Medinaceli.
Los días 27, 28 y 29 de febrero ha tenido lugar un triduo de preparación. Hoy, 1 de marzo, la misa se celebra a las 08:30 de la mañana para luego proceder a la veneración y besapié de quién lo desee, hasta las 22:00 horas.