OPINIÓN

Groucho Marx y los pies de barro

Escrita por el Director de La Voz del Tajo, Alberto Retana

Carta del Director

Escrita por Alberto Retana, director de La Voz del Tajo

Alberto Retana | Miércoles 21 de febrero de 2024

La expresión gigante con pies de barro procede de los textos bíblicos donde se relata un sueño de Nabucodonosor, rey de Babilonia, en el que una enorme estatua hecha de diferentes materiales (oro, plata, hierro y bronce) es golpeada por una piedrecilla que casualmente chocó con una parte del pie modelada con barro.

De ahí sabemos que algo, aunque lo veamos fuerte, sólido, incluso amenazante en apariencia, puede ser muy débil y muy vulnerable. Algo que se pone de manifiesto tras las elecciones gallegas del pasado día 18: la debacle de proyectos sin futuro como VOX, PODEMOS o incluso el novedoso SUMAR que se desvanecen comicio a comicio.

Siempre he defendido que tanto PSOE como PP son absolutamente necesarios para España. Más incluso, con el papel excesivamente protagonista de partidos nacionalistas que sólo presentan sus candidaturas por regiones concretas y, después, se convierten en llaves para territorios tan iguales como los suyos y para el resto de España.

Piensen por un momento lo que ocurre con los catalanistas, que ahora están presionando al máximo sobre todo lo que concierne al país pero se presentaron por la región catalana. Pregunten a un onubense, a 1.000 kilómetros de distancia de Cataluña, si le parece bien que estas cosas sean así.

Claro que si preguntamos a la vicepresidenta Montero, su maquiavélica camiseta es lo único que vale. Sus palabras dictatoriales para intentar reprochar a Page sus opiniones son del mayor sectarismo posible. Trágala, le falto decir.

Lo cierto es que esos postulados de Pedro Sánchez pretendiendo remendar el roto que él mismo ha provocado en el PSOE son de auténtica vergüenza. Ya todo vale, reforzar cualquier cosa a nivel local y autonómico contra todo lo demás. Vamos, lo que se llama agarrarse a un clavo ardiendo huyendo de cualquier principio básico.

Feijóo sale reforzado de Galicia, Sánchez queda en entredicho. El primero no parece mal tipo pero no tiene carisma. El que manda hoy en el PSOE está haciendo un master en contorsionismo pero, además, demuestra que le dan igual 8 que 80. Los otros, morralla.

Si Groucho Marx estuviera vivo hoy en día habría preparado una serie con más capítulos que Falcon Crest sobre la incongruencia manifiesta, el malabarismo político, la desfachatez parlamentaria o la desvergüenza nacional del que hoy ocupa el sillón presidencial en el Palacio de la Moncloa.


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