OPINIÓN

Solo ante el peligro

Carta del Director

Escrita por el Director de La Voz del Tajo, Alberto Retana

Alberto Retana | Miércoles 10 de enero de 2024

Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno de España en este 2024, es el nuevo Gary Cooper, que encarnó al sheriff Will Kane en el eterno western de 1952. Parece que este miércoles estará “Solo ante el peligro” por el voto negativo de Junts, PP y VOX a las medidas anticrisis. Observen, PP, VOX y Junts votando lo mismo: la política hace extraños compañeros de cama.

Los seguidores de Puigdemont, como si fueran los secuaces del criminal de la ficción peliculera Frank Miller, buscan venganza por las sorpresas que van detectando en el texto que firmaron para hacer presidente a Sánchez.

Y está Pedro solo ante el peligro porque el tiempo va pasando lentamente y nadie, como en la película, está dispuesto a ayudar al sheriff. De hecho, su único apoyo será el de Yolanda Díaz, a la que podríamos comparar con la ilustrísima Grace Kelly que hace el papel de esposa de Cooper en el film.

Esta historia, que era más que previsible, podría haber salido de las manos de un ilustre toledano, el autor de unas mil doscientas novelas del Oeste Marcial Lafuente Estefanía.

Este hijo del abogado y periodista navarro Federico Lafuente, no se habría olvidado de incluir en este cuento de vaqueros y forajidos a la patente de corso, esa práctica usada principalmente por los ingleses para que ciertos piratas pudieran atacar a diestro y siniestro con total impunidad; algo así como la tajada que pretenden sacar Puigdemont y sus congéneres de la situación que vivimos en España.

Pero, cuidado, que del altercado que se vaticina para este miércoles en el Palacio del Congreso de los Diputados puede saltar la sorpresa y quizá, sólo quizá, el beneficiado sea Pedro Sánchez que ya se ha doctorado en sacar agua de una alcuza y adosar, en el diccionario, la palabra supervivencia a su apellido.

De lo más doméstico… Toledo, Talavera, Cuenca, Ciudad Real, Guadalajara o Albacete, mejor no hablar demasiado. Cada día que pasa van cayendo caretas aunque –al menos– los inútiles toman conciencia de su condición más identitaria: la torpeza. Dejémosles, pues, que sigan disfrutando de su charco.

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