Lograr que los agentes de Policía Local de Castilla-La Mancha dispongan de las herramientas necesarias para actuar en casos de violencia de género, con el fin de optimizar la atención y protección que puedan brindar a las distintas víctimas de este delito, es el objetivo del curso ‘Intervención Policial en Violencia Doméstica y de Género’, realizado esta semana en la Escuela de Protección Ciudadana, organismo dependiente de la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas.
La inauguración de esta acción formativa, a la que han asistido un total de 31 integrantes de la Policía Local de la región, ha contado con la presencia del director general de Protección Ciudadana, Emilio Puig; y del fiscal José Luis Gómez-Rivera, quienes han señalado que esta formación es “imprescindible” para seguir luchando contra este delito.
A lo largo de tres días, los agentes de policía local de Castilla-La Mancha han podido perfeccionar los conocimientos relativos a la violencia doméstica y de género, de manera integral, tratando distintas perspectivas en la lucha contra este grave problema.
Así, se ha contado con la participación de la fiscalía del Juzgado de Violencia de Género, para el desarrollo de la materia legislativa. Para el traslado de la operativa policial, ha colaborado personal de la Jefatura de Policía Local de Guadalajara y de Alovera, así como una agente de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Policía Nacional de Toledo.
También se ha contado con la perspectiva sanitaria y psicológica de la materia, desarrollada por Manuel Soto, médico de familia con amplia experiencia en este ámbito; y Miriam Gutiérrez, psicóloga del Centro de la Mujer del Ayuntamiento de Toledo.
Por último, los asistentes han podido conocer de primera mano la experiencia vital de Marina Marroquí, quien, tras sufrir durante años la violencia de género, trabaja actualmente para sensibilizar y mostrar a los intervinientes la importancia de su labor para la erradicación de esta lacra, desde la cercanía con las víctimas.
La importancia de este tipo de formación se ve reforzada por el gran interés que muestran las diferentes jefaturas de Policía Local de la región, que han enviado agentes desde las localidades albaceteñas de Almansa, Hellín, Tobarra y la propia capital; Alcázar de San Juan, Argamasilla de Alba, Argamasilla de Calatrava, Fuente el Fresno, Manzanares, Membrilla, Moral de Calatrava, Socuéllamos y Valdepeñas, de la provincia manchega; desde Mota del Cuervo, en el caso de la provincia de Cuenca; de El Casar, de la provincia alcarreña; y Añover de Tajo, Borox, Madridejos, Talavera de la Reina, Villacañas, Villafranca de los Caballeros y de la capital regional, de la provincia toledana.