Agentes de la Policía Nacional de las comisarias de Cáceres, Mérida y Plasencia detuvieron el pasado 24 de octubre a cinco personas, tres varones y dos
mujeres, como presuntos autores de varios delitos de robo con intimidación en casas de citas, así como de detención ilegal, lesiones, estafa y pertenencia a
grupo criminal.
Tras varias denuncias presentadas en las Comisarías de Cáceres y Mérida, se tuvo conocimiento de la existencia de un grupo de personas que estaban
actuando en casas de citas, donde, tras intimidar y reducir violentamente a sus moradoras, les sustraían joyas, dinero y otros efectos.
A través de una web de citas, los autores localizaban pisos donde se ejercía la prostitución. Tras concertar una cita, se presentaban en la vivienda dos o
tres individuos, donde procedían a amenazar a sus moradoras con un arma de fuego y un cuchillo de grandes dimensiones.
Después de obligarlas a tumbarse en el suelo, las amordazaban con cinta americana y maniataban con bridas. Seguidamente llamaban por teléfono y
hacían acto de presencia dos mujeres, quienes se encargaban de registrar las estancias y sustraer principalmente joyas, dinero, efectos personales y
teléfonos móviles.
De la investigación se hizo cargo el Grupo de Robos de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de Cáceres, contando con la colaboración de
unidades de Policía Judicial de las Comisarías de Mérida y Plasencia, y que culminó el pasado 24 de octubre con la entrada y registro simultánea en tres
domicilios de la localidad de Navalmoral de la Mata, donde fueron detenidos los presuntos autores de los hechos y se recuperó una parte de los efectos
sustraídos.
Los autores son tres varones y dos mujeres de entre 23 y 27 años, todos ellos sin antecedentes policiales, a los que se les imputan varios delitos de robo
con violencia e intimidación con arma de fuego en casa habitada, detención ilegal, lesiones, pertenencia a grupo criminal y estafa, informa la Policía Nacional en una nota de prensa.
Estas personas actuaban "con gran profesionalidad", teniendo cada uno de ellos su rol dentro del grupo criminal. Actuaban de manera coordinada,
mostrando "gran agresividad con las víctimas", llegando en algunos casos a agredirlas. Tras su puesta a disposición judicial se decretó el ingreso en prisión
de todos ellos.