El otoño en Castilla-La Mancha será más cálido y más húmedo de lo habitual, con mayores precipitaciones, según el avance de la previsión que ha ofrecido este jueves el delegado territorial de Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Miguel Ángel Pelacho, sin descartar nuevos episodios de fuertes tormentas a causa de una nueva Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA).
Hay que recordar que la DANA dejó hace dos semanas innumerables incidencias y emergencias cebándose especialmente con la provincia de Toledo y dejando cuatro fallecidos.
En rueda de prensa, Pelacho, acompañado por el delegado del Gobierno en la región, Francisco Tierraseca, se ha detenido primeramente en la previsión para los próximos diez días para indicar que las temperaturas irán ascendiendo para llegar, en fechas cercanas al 29 de septiembre, al conocido como veranillo de San Miguel.
Respecto al resto del otoño, el responsable regional de la Aemet ha señalado que se espera que sea más cálido y más húmedo de lo habitual, con mayores precipitaciones de las que suele haber para esta estación del año, teniendo en cuenta que el otoño meteorológico empieza en septiembre y que la DANA ha dejado precipitaciones ya muy elevadas.
Eso no significa, según ha proseguido Miguel Ángel Pelacho, que pueda haber días más fríos y con precipitaciones más escasas durante este otoño, ya que la predicción que ha ofrecido es "en promedio" para los meses de septiembre, octubre y noviembre.
La AEMET ha hecho también un resumen de lo que ha supuesto el verano en la Comunidad Autónoma, señalando que ha sido "muy cálido" con temperaturas máximas cálidas y temperaturas mínimas "extremadamente" cálidas. Así, ha puesto de manifiesto que una de las características de la época estival es que ha habido unas mínimas "excesivamente elevadas".
La temperatura máxima media ha sido de 32,9 grados y la temperatura media mínima de 16,9 grados, siendo este el tercer verano más cálido de la serie histórica en Castilla-La Mancha empatado con el de 2015, superando al de 2022 y también al de 2017. Por meses, junio ha tenido un carácter cálido, julio ha sido muy cálido y agosto extremadamente cálido, siendo el mes más cálido de toda la serie histórica.
Pese a ello, las precipitaciones este verano han alcanzado una media de 61,5 litros por medio cuadrado, un 131 por ciento más de lo que suele llover en esta época del año, por lo que ha tenido un carácter "muy húmedo"; siendo junio excepcionalmente húmedo con un 221 por ciento más de precipitaciones, mientras que en julio ha habido un 43 por ciento más y en agosto un 6 por ciento.
También se ha detenido en las cuatro olas de calor que ha sufrido la Comunidad Autónoma este verano, destacando las del 17 al 20 de julio y la del 6 al 13 de agosto con todas la provincias de la región con algún aviso por altas temperaturas y destacando el dato de Toledo con una mínima de 26 grados en algunas ocasiones.
En resumen, el responsable regional de la AEMET ha sostenido que el verano de 2023 en Castilla-La Mancha ha sido muy cálido y húmedo con la presencia de cuatro olas de calor en la mayoría de las provincias y con unas mínimas "bastante elevadas".
Por su parte, el delegado del Gobierno, Francisco Tierraseca, ha agradecido "el rigor" de la AEMET en sus predicciones y ha destacado que suponen un "instrumento indispensable" para abordar las emergencias. "Las previsiones de las últimas semanas han permitido proteger la vida de las personas y los bienes en las provincias más afectadas por la última DANA", ha zanjado.