La preocupación por el consumo del fentanilo, un fuerte opioide sintético similar a la morfina pero 100 veces más potente, ha aumentado en los últimos meses en paises como EE.UU, México y también en España.
La conocida como la "droga zombie" ya que "deja a las personas abatidas, prácticamente sin control sobre su cuerpo" y que es la responsable de miles de muertes en el país norteamericano, se ha infiltrado en nuestras fronteras y ya se ha detectado en algunas operaciones de decomiso.
Así lo ha explicado la catedrática de Epidemiología, Medicina Preventiva y Salud Pública y profesora de la Universidad Europea de Valencia, Patricia Guillem, en declaraciones a Europa Press. "El fentanilo es un fármaco opioide muy similar a la morfina. Su uso quedaba relegado a ser un potente analgésico empleado en pacientes oncológicos y/o en enfermos con postoperatorios quirúrgicos dolorosos, así como también se utilizaba en algunas combinaciones anestésicas", ha detallado.
Actualmente está indicado para aliviar ciertos dolores intensos que no se reducen con otros analgésicos, pero debe consumirse con receta médica y bajo supervisión del especialista.
Sin embargo, en los últimos meses se ha observado un gran aumento de su uso de una manera compulsiva llegando a causar incluso la muerte, sobre todo en países como Estados Unidos o Canadá.
Según los expertos, la rápida propagación del fentanilo se debe a un mal uso de este analgésico narcótico, que ha estado disponible en una nueva forma de liberación rápida desde 2011.
En el caso de España, se consume el 11,8 por ciento del fentanilo mundial en el ámbito sanitario, cifra que en Estados Unidos es del 19,3 por ciento y, en Alemania, del 14,5 por ciento, situando a España en el tercer país del mundo donde más fentanilo se consume con fines médicos, según datos de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes.
“En el caso del fentanilo el incremento ha sido muy evidente, ya que su consumo esporádico -alguna vez en la vida- ha subido del 1,9 por ciento en 2018 al 14%en 2022, convirtiéndose en el tercer opioide más utilizado, por detrás de la codeína y el tramadol y por delante de la morfina, que ha bajado del 14,7 al 6,9", ha advertido la experta.
El consumo de esta droga produce diferentes síntomas en las personas llegando incluso a alterar su comportamiento dejándoles completamenente abatidas sin control sobre su cuerpo, como si fuesen "zombies". "Entre los síntomas descritos por los usuarios, destacan inicialmente, la sensación de bienestar y euforia para pasar posteriormente aaletargamiento, confusión, mareos, nauseas y vómitos, retención urinaria, contracción de las pupilas y sedación", según ha especificado Patricia Guillén a Infosalus.
Entre los aspectos que se deben observar destacan: las pupilas pequeñas, contraídas, como de punta de alfiler; quedarse dormido o perder el conocimiento; la respiración lenta, débil o sin respiración; los sonidos de atragantamiento o gorjeos; el cuerpo flácido; la piel fría o húmeda y pegajosa y las manchas en la piel (especialmente en los labios y las uñas).
En primer lugar, recomiendan llamar a los servicios de emergencias y mantener a la persona despierta y respirando, colocarla de costado para evitar que se afixie y no dejarla sola hasta que llegue la asistencia de emergencias.