La igualdad es un derecho. Además de un principio democrático de toda sociedad moderna y civilizada. Recogido en el ideario de partidos políticos. Y contenida en sin fin de constituciones.
En un mes han cambiado gobiernos en distintas autonomías y cerca de 200 ayuntamientos, a los que en muchos casos han accedido sin ser la lista más votada PP y VOX en coalición.
En poco más de un mes estamos viendo como la igualdad ya no es un derecho. Vemos como la igualdad real entre personas se niega y se ponen trabas a los medios para alcanzarla. Hemos visto como se recortan derechos de colectivos LGTBI. Pero, sobre todo, las principales afectadas son las mujeres, concretamente las mujeres victimas de violencia de genero.
No es que desaparezca una bandera arcoíris porque consideren que no es institucional. No es que se hable de violencia intrafamiliar o violencia insana (como si hubiera alguna violencia sana) en lugar de llamarla por su nombre, violencia machista. No es que los fondos para una obra de teatro se destinen a otros fines. Ni siquiera es el intento de amedrentar a una ciudadana en un salón de plenos enviando a la policía a identificarla y expulsarla. Ni que, en La Solana, una alcaldesa, mujer, elimine el minuto de silencio en homenaje y solidaridad a cientos de mujeres asesinadas y a sus familias. Calificando este minuto de recuerdo como publicidad.
La cosa va de mucho más. La cosa va de que en un mes se han vuelto a pisar los derechos de aquellas personas que vienen y que salían de la invisibilidad, de la negación y de no existir. Porque lo que les pasaba sucedía dentro de sus domicilios y era mejor silenciarlo en el escrúpulo primero y en ataúdes después. La cosa va de que la igualdad laboral y la equiparación salarial no se produzca nunca. La cosa va de que no se reconozcan iguales derechos por paternidad o maternidad. Por mucho que le anteceda el termino transversal la cosa va de mantener a much@os ciudadn@s en la desigualdad para que siga habiendo quienes mantienen privilegios.
La igualdad entre personas nada tiene que ver con las políticas sociales ni con las políticas de familia. Se me antoja casposo y rancio incluirlas en esas áreas. Pero sin duda, lo que llevo realmente mal es que nos quieran hacer pasar a todos por idiotas a cuenta de la escasa materia gris, entendimiento y capacidades políticas, sociales y argumentales de aquellos concejalit@s y alcaldit@s que le retuercen el nombre, porque demuestran no saber lo que significan las palabras, ni lo que significan las políticas.
En poco más de un mes hay instituciones que no protegen a l@s diferentes, a quienes son maltratad@s. Hay instituciones que priorizan el gasto cultural para censurar e invisibilizar. Y esto es blanquear la violencia machista y es blanquear a los violentos.
Hay en muchos de esos casos representantes políticos que no han ganado unas elecciones. Hay representantes políticos que dicen querer sacar la ideología de la política a cuenta de imponernos una ideología que ningún@ hemos elegido y que va en contra de tod@s.
Son los representantes políticos de PP y Vox en las instituciones quienes han ordenado eliminar las banderas LGTBI, dando a entender que las personas que integran esos colectivos no tienen que sentirse seguras, ni amparadas en esas esferas jurídicas. políticas e institucionales. Ha sido un alcalde del PP quien ha ordenado identificar y desalojar a una vecina por solicitar en un pleno la restitución de la concejalía de igualdad de su pueblo. Y es una alcaldesa del PP, mujer, la que considera que en lugar de ser solidarios con las familias de las mujeres maltratadas y no olvidar a las mujeres asesinadas es mejor no hacer publicidad. Que el alcalde de Talavera para no hablar de violencia machista hable de “violencia insana” sin duda le coloca como un avezado lingüista y no es la primera vez que demuestra no ser capaz de pronunciar palabra.
No se llamen a engaños. La política siempre tuvo que ver con la ideología, con el pensamiento, con las ideas y los principios. En muchas ocasiones gestión y política se dan la mano para atender problemas y demandas de la ciudadanía. Negar la ideología conlleva la imposición ideológica. Yo prefiero ser libre para pensar y mantenerme en la lucha por la IGUALDAD.