El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha resuelto de forma definitiva la primera convocatoria de ayudas a proyectos de instalaciones singulares de biogás.
Las 81 propuestas con mejor valoración, entre las que se encuentra un proyecto de Castilla-La Mancha, recibirán incentivos por valor de 76,5 millones de euros del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado con fondos Next Generation de la UE, que corresponden a una inversión proyectada de 475,5 millones de euros y una potencia total a instalar de 188,3 MW.
El proyecto aprobado en nuestra comunidad autónoma se trata de la instalación de una planta de biogás y compostaje, que se ubicará en la localidad toledana de Villaluenga de la Sagra y contará con una subvención por valor de 3.713.473, 74 euros. Supondrá la creación de una decena de puestos de trabajo directos y cumplirá con los compromisos de la agenda urbana de sostenibilidad y protección de los entornos naturales, yal como anunció el consejero de Fomento, Nacho Hernando.
Esta planta de biogás producirá energías renovables como biometano; biocombustible neutro en emisiones CO2 que verterá a la red de distribución de gas natural y generará además compost, utilizando para ello las deyecciones agroganaderas de instalaciones pecuarias, así como residuos de la industria agroalimentaria de la comarca de los Montes de Toledo. Se estima que lleguen a reutilizar 50.000 toneladas estiércol de vacuno de carne al año, 30.000 de purines y 20.000 de lodos y residuos agroalimentarios.
Las propuestas seleccionadas -en concurrencia competitiva- parten del tratamiento anaerobio de materia orgánica depositada en vertederos, de lodos de depuradoras urbanas (EDAR), del aprovechamiento y valorización de residuos agrarios, purines ganaderos, restos de actividad forestal o de la industria agroalimentaria, entre otros variados ámbitos de origen. En todos los casos, la materia prima de partida pasa de residuo a recurso, incorporando en el proceso mayor valor añadido y generando actividad empresarial y empleo local.
De este modo, el despliegue del biogás contribuye a fijar población, vertebrando el territorio y dando impulso al desarrollo económico de las zonas rurales. La posibilidad de generación de biogás de forma deslocalizada ayuda a evitar la despoblación rural y plantea además sinergias con las necesidades de reactivación económica de las zonas en proceso de transición justa.