Seguro que has oído alguna vez hablar del cashback, pero ¿sabes lo que significa? El cashback es un término inglés que se puede traducir como “dinero de vuelta” o “reembolso” y se usa como programa de recompensa o fidelización. Se trata de un porcentaje del precio de tu compra online que una web o aplicación especializada te devuelve cada vez que haces un pedido.
Conseguir cashback es muy sencillo y solo deberás descargar o registrarte en aplicaciones especializadas en ello. Una vez que tengas la app o la extensión fijada en tu navegador habitual ya puedes disfrutar de sus ventajas. Y tranquilo, porque no deberás pagar nada por descargar o registrarte en dichas plataformas especializadas.
Cada vez que hagas una compra online dicha página te avisará del porcentaje de cashback y los descuentos disponibles. En muchos casos, sobre todo en los portales web y aplicaciones, suele ser imprescindible hacer la compra a través del enlace que se muestra en sus plataformas para que se aplique el ahorro.
Existen dos maneras de recibir el dinero, dependiendo de los requisitos de cada página o aplicación. Una de ellas es mediante transferencia bancaria y la otra mediante cheques regalos que deberán usarse en el mismo comercio, físico o virtual. Además, en muchas aplicaciones también utilizan un método de fidelización por puntos, con los que dan recompensas, regalos y más descuentos.
Aparte de las plataformas también existen las tarjetas con cashback. Es decir, al usarla se hace la devolución de un porcentaje concreto de lo que has gastado en una compra.
Algunas de ellas poseen una tarifa fija y devuelven el mismo importe por todas las compras; sin embargo, otras funcionan con bono de cashback, así que ofrecen un reembolso superior por determinadas compras en un tiempo concreto.
En principio era exclusiva de las tarjetas de crédito, pero actualmente algunas tarjetas de débito ofrecen también recompensas.
El cashback se trata de un método muy usado para fidelizar clientes, ya que si obtienen descuentos y recompensas, es más probable que vuelvan a comprar en la misma tienda.
Además, cabe destacar que es posible gracias a los acuerdos entre las entidades que emiten las tarjetas y las tiendas con las que trabajan. Por cada compra que hace un cliente con su tarjeta, la tienda abona un porcentaje a la entidad emisora, que puede devolver una parte de dichas ganancias a los clientes.
Al elegir una tarjeta con cashback, no olvides fijarte en las siguientes cuestiones, ya que no todas cuentan con las mismas condiciones.