En un giro inesperado, el ministro de Sanidad, José Manuel Miñones, ha confirmado que la retirada definitiva de la obligatoriedad de las mascarillas en centros de salud, hospitales, farmacias y otros centros sociosanitarios no se abordará en el Consejo de Ministros de este martes como se esperaba inicialmente.
A pesar de que los expertos del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (Ccaes), dirigido por Fernando Simón, respaldaron la medida, tras analizar la situación se ha decidido aplazar la eliminación de las mascarillas.
Miñones explicó que la cuestión no se trata únicamente de las mascarillas, sino de un decreto de crisis sanitaria que requiere informes y trámites administrativos correspondientes. Se ha consultado al Consejo Interterritorial de Salud, que era el objetivo prioritario, y una vez que se puedan cumplir los requisitos necesarios, se realizará el anuncio correspondiente sobre la retirada de las mascarillas y de las demás medidas aprobadas en el decreto de crisis.
El ministro de Sanidad hizo hincapié en la importancia de informar correctamente y aclaró que actualmente no está permitida la retirada de las mascarillas. La intención es que su uso sea altamente recomendado.
En cuanto a los lugares donde las mascarillas dejarán de ser obligatorias, en febrero se acordó su eliminación en el transporte público, aunque se aconsejaba su uso para personas vulnerables o en presencia de síntomas de infección respiratoria. Recientemente, el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas también acordaron la retirada de las mascarillas en los centros sanitarios, sociosanitarios y las farmacias.
Sin embargo, es importante destacar que seguirán siendo necesarias en áreas como las unidades de cuidados intensivos (UCI), zonas de pacientes inmunodeprimidos, quirófanos, áreas oncológicas y servicios de urgencias. La seguridad y protección de los pacientes más vulnerables sigue siendo prioritaria.
Aunque la población esperaba con ansias el fin de la obligatoriedad de las mascarillas, las autoridades han decidido retrasar su eliminación definitiva por razones administrativas y de seguridad sanitaria. La ciudadanía deberá continuar utilizando las mascarillas en los lugares y situaciones establecidos hasta que se tome una decisión definitiva.