España vive una época de sequía, con los embalses cada vez más vacíos, lo que obliga a tomar medidas para paliar la situación. El año pasado fue el más seco de la historia de España, pues el valor medio nacional de las precipitaciones acumuladas desde el pasado 1 de octubre de 2022 representa alrededor de un 28% menos que el valor habitual correspondiente a dicho periodo y este año la cosa parece que no mejora.
El agua es un recurso limitado y durante una sequía su disponibilidad se reduce significativamente. Los embalses, ríos y acuíferos disminuyen sus niveles, lo que limita la cantidad de agua disponible para el consumo humano, la agricultura y la industria. Por tanto, ahorrar agua contribuye a conservarla y garantizar su disponibilidad para las necesidades esenciales. Y es que, según datos que maneja Kronos Homes, el gasto medio de agua en España es de 166 litros por persona y día, de los que más de 59 litros se dedican a la ducha, 44 al inodoro, 33 a la colada, 18 en la cocina y 9 en tareas de limpieza. Ducharse en lugar de bañarse supone un ahorro de entre 60 y 150 litros y cerrar el grifo mientras uno se cepilla los dientes o se afeita conlleva un ahorro de 10 litros de agua por minuto.
En época de sequía, ahorrar agua se convierte no solo en una necesidad, sino también en una cuestión de responsabilidad individual. Para ello, solo hay que tomar ciertas medidas que permiten utilizar el agua de manera eficiente, pensando en la sostenibilidad y en el bienestar presente y futuro de la sociedad. Los expertos de Kronos Homes nos muestran las maneras más eficaces de ahorrar agua en nuestro hogar.
Una de las formas más efectivas de ahorrar agua en el hogar es a través de los electrodomésticos que habitualmente se encuentran en la cocina:
Lavavajillas: hay que utilizar el lavavajillas con la carga completa y usar programas eco o de ahorro de agua. La mayoría de los lavavajillas son tan efectivos que no hay que enjuagar previamente los platos. Bastará con quitar los restos de comida antes de introducirlos.
Lavadora: la lavadora debe ponerse con su capacidad máxima de carga, para optimizar cada lavado. Además, hay que elegir programas de lavados cortos o económicos, que utilicen la menor cantidad posible de agua en cada ciclo.
Cacerolas y hervidor eléctrico: a la hora de hervir el agua para preparar pasta o bebidas calientes, como el té, conviene echar solo la cantidad de agua que se va a necesitar, evitando llenar los recipientes por completo.
Dispensador de agua del frigorífico: conviene asegurarse periódicamente de que no presenta fugas, reparando cualquier goteo de manera inmediata. En cualquier caso, a la hora de comprar electrodomésticos, deben elegirse los que tienen mayor eficiencia energética, diseñados para consumir menos agua y energía sin que su rendimiento se vea comprometido. Además, hay que realizar un mantenimiento adecuado para que puedan funcionar de manera óptima, limpiando los filtros periódicamente y verificando el estado de sus componentes y de las tuberías para evitar fugas.
El ahorro de agua en la cocina se puede hacer de múltiples formas. Estas son algunas de las recomendaciones de los expertos de Kronos Homes que permiten una utilización eficiente de este recurso:
Lavado de frutas y verduras: al lavar frutas y verduras conviene colocar un recipiente justo debajo para recoger el agua sobrante, que después puede ser utilizada para regar las plantas, por ejemplo.
Limpieza eficiente de la vajilla: llenar el fregadero de agua para lavar los platos y demás utensilios de cocina desperdicia menos agua que hacerlo debajo del grifo abierto.
Descongelar adecuadamente: planificar con antelación los alimentos que vamos a descongelar, dejándolos unas horas en el frigorífico es más eficiente que utilizar agua caliente para acelerar el proceso.
Reciclar el agua de cocción: tras cocinar alimentos como la pasta o después de hervir vegetales se puede reutilizar el agua para el riego de plantas.
Limpieza consciente: al limpiar la encimera de la cocina se puede utilizar un recipiente lleno de agua para enjuagar la esponja, paño o bayeta en vez de dejar correr el grifo de manera continua.
En el baño, también se puede realizar un ahorro de agua considerable siguiendo estas recomendaciones:
Ducharse de manera eficiente: hay que intentar reducir la duración de las duchas. Un truco efectivo, sobre todo con niños, es poner una canción en el reproductor de música e intentar ajustarse al tiempo que dura ese tema en concreto.
Cabezales de ducha de bajo flujo: la instalación de un cabezal de ducha de bajo flujo, que limita el caudal de agua sin comprometer la presión, es una manera de rebajar el consumo de agua sin apenas notarlo.
Cerrar el grifo al lavarse o enjabonarse: conviene cerrar el grifo al cepillarse los dientes y mientras una persona se enjabona para evitar el desperdicio de agua.
Inodoros de doble descarga: los inodoros de doble descarga permiten elegir entre una descarga completa o parcial. Quienes no posean este tipo de inodoros pueden colocar una bolsa llena de agua dentro de la cisterna para reducir el volumen utilizado en cada descarga.
Grifos con aireadores: instalar aireadores en los grifos, que mezclan aire con agua para simular un flujo abundante, ayuda a reducir el volumen utilizado sin comprometer la calidad del lavado.
Reparar las fugas de agua: resulta conveniente revisar de manera periódica si hay goteos en grifos, inodoro o tuberías, para poder arreglarlos de inmediato. Incluso una pequeña fuga puede desperdiciar una cantidad significativa de agua.
Recogida de agua: recoger en un cubo el agua que se desperdicia al inicio de la ducha, mientras se espera a que salga caliente, permite reutilizarla para regar las plantas o fregar el suelo.
El ahorro de agua en el jardín o terraza puede ser considerable si se siguen estas recomendaciones de los expertos de Kronos Homes para evitar un despilfarro en estos espacios abiertos de la vivienda:
Planificación del diseño del jardín: conviene elegir plantas autóctonas, que no necesiten mucha agua y sean resistentes a la sequía.
Técnicas de riego eficiente: el riego por goteo o por microaspersores, que proporciona agua directamente a las raíces de las plantas minimizando la evaporación, ahorra más agua que regar a mano o utilizar aspersores convencionales.
Riego en horarios adecuados: hay que regar las plantas temprano en la mañana o al anochecer para evitar la evaporación rápida del agua debido al calor del sol.
Recolección de agua de lluvia: colocar cubos debajo de los canalones o tejados cuando llueve permite almacenar agua de lluvia y reutilizarla para regar las plantas.
Mulching o acolchado: el mulching consiste en cubrir el suelo con material vegetal, como astillas de madera, paja o compost, para reducir la evaporación del agua y mantener la humedad, lo que ayuda a prevenir el crecimiento de malezas, que compiten con las plantas por el agua.
Mantenimiento de las herramientas de jardinería: hay que asegurarse de que las herramientas de riego, como las boquillas o aspersores, estén ajustadas correctamente y no goteen.
Monitoreo y ajuste del riego: observar las necesidades de las plantas permite determinar si necesitan agua o no para evitar regar en exceso.
Jardinería de bajo consumo: el xeriscaping implica diseñar jardines con plantas que requieren poco o ningún riego adicional.
“El ahorro de agua en una vivienda puede variar dependiendo de las medidas implementadas, el tamaño de la vivienda, el número de habitantes y los hábitos de consumo. Sin embargo, se estima que se puede ahorrar una cantidad significativa al adoptar medidas eficientes y así contribuir a paliar los efectos de la sequía”, señalan los expertos de Kronos Homes. “En cualquier caso, es necesario convertir estos pequeños gestos en hábitos, implicando a todos los miembros de la familia en la cultura de ahorro de agua en el hogar, especialmente en esta época, en la que este bien tan preciado escasea”.