Los incendios en las viviendas pueden tener consecuencias devastadoras, tanto por los daños materiales que se producen en el inmueble por el fuego, como por el peligro que supone para las personas que lo habitan. Según datos que maneja www.cleverea.com, en España se producen 50 incendios domésticos al día, y el exceso de confianza suele estar detrás de estos siniestros.
El salón es la estancia en la que se originan un mayor número de incendios, seguido del dormitorio y la cocina. En cuanto a las causas, en primer lugar se sitúa la inexistencia de elementos de prevención y extinción de incendios, regletas sobrecargadas de enchufes, electrodomésticos en mal estado y colillas mal apagadas. Y respecto a las víctimas, las personas mayores de 65 años, seguidas de menores, dependientes y personas con cardiopatías cardiacas y/o respiratorias son las principales afectadas.
Una gran parte de los incendios podrían evitarse tomando algunas precauciones. Los expertos de Cleverea nos muestran algunas recomendaciones para evitar este tipo de siniestros en la vivienda:
1. Revisar periódicamente nuestros electrodomésticos
El mal estado de los electrodomésticos está detrás de algunos de los incendios que se producen en las viviendas. Es importante revisarlos periódicamente y repararlos si es necesario, especialmente si observamos que se sobrecalientan.
2. No fumar en la vivienda
Fumar en casa es una de las principales causas de incendios en las viviendas. Para evitarlo, conviene fumar fuera de la vivienda y, en caso de hacerlo dentro, asegurarse de que las colillas estén completamente apagadas antes de tirarlas.
3. Prestar atención a las velas
Nunca hay que dejar velas encendidas sin vigilancia, especialmente si se convive con niños o mascotas. Además, es necesario comprobar que las velas están apagadas antes de salir de casa o de irse a dormir, y hay que mantenerlas lejos de objetos inflamables, como cortinas y ropa de cama.
4. Contar con detectores de humo
Detectar el humo y las llamas antes de que se propague el fuego es de vital importancia para que el incendio no cause males mayores. Los detectores de humo deben estar en todas las habitaciones y conviene revisarlos periódicamente. Si se disparan hay que actuar con rapidez, evacuando inmediatamente la casa.
5. Extremar las precauciones en la cocina
La cocina es una de las áreas más propensas a incendios en la vivienda. Nunca hay que dejar la vitrocerámica, los fogones o el horno encendidos sin supervisión, ni los objetos inflamables cerca de los electrodomésticos. Además, conviene limpiar regularmente la campana extractora.
6. Revisar los cables de nuestro hogar
Los enchufes y los cables deben permanecer en buen estado. Los cables desgastados o deteriorados o los enchufes dañados no deben utilizarse. Cuando tengamos mascotas en casa hay que revisar periódicamente los cables que estén a su alcance.
7. No sobrecargar los enchufes
Una sobrecarga en los enchufes puede causar un cortocircuito y provocar un incendio. Nunca se deben conectar varios aparatos eléctricos a un solo enchufe.
8. Ser cuidadosos con los braseros y chimeneas
Los braseros son muy típicos en España, se suelen colocar en el centro de las habitaciones o debajo de la mesa camilla, sobre una madera que tiene un agujero el centro para encajarlo. Aunque lo mejor es buscar otra fuente de calor más segura y no utilizarlos, si se hace, es fundamental alejarlos lo máximo posible de los manteles o de las mantas, no ponerlos cerca de cortinas o sofás y apagarlos siempre antes de irnos a la cama o si salimos de casa. Además, y ya no solo por los incendios, hay que ventilar la estancia cada cierto tiempo para tratar de evitar que se concentren gases perjudiciales para la salud.
De igual forma, hay que evitar tener cerca de una chimenea cualquier material que pueda arder, apagarlo antes de irnos a dormir o si salimos de casa y mejor colocar una pantalla para evitar que puedan saltar pequeñas astillas incandescentes.
9. Almacenar de forma segura los materiales inflamables
Los materiales inflamables, como líquidos inflamables y productos químicos, deben estar convenientemente almacenados en un lugar seguro, lejos de fuentes de calor.
Aunque se extremen las precauciones, nadie está libre de sufrir un incidente relacionado con el fuego en su vivienda. Saber cómo apagar un pequeño fuego es clave para evitar que el incendio se propague, desde Cleverea nos dan algunas recomendaciones:
Con un extintor: resulta conveniente tener un pequeño extintor en casa para poder apagar un pequeño fuego en caso de que se produzca, pero hay que saber utilizarlo. Para ello, es necesario que todos los miembros de la familia lean las instrucciones y sepan cómo manejar el modelo de extintor que tienen en casa.
Con agua: si el fuego es pequeño se puede usar agua para apagarlo, salvo que el origen sea aceite o grasa. En este caso nunca deberíamos utilizar agua, ya que contribuiríamos a avivar el incendio.
Con una manta ignífuga: hay que actuar con rapidez, cubriendo las llamas con la manta ignífuga o sacudiéndolas a pequeños toques.
Con la tapa metálica: si hay una sartén ardiendo se puede utilizar una tapa metálica que la cubra por completo para sofocar las llamas, ya que de esta forma se eliminará el oxígeno y el fuego se apagará por completo.
Con arena: para sofocar un pequeño incendio hay que echar la arena encima de las llamas, de manera que las cubra por completo.
Cuando hay fuego en la vivienda, lo más importante es garantizar la seguridad de las personas. Si el incendio es pequeño podemos intentar apagarlo, pero si es grande o se descontrola, lo mejor es abandonar la casa rápidamente, siguiendo estos consejos que proponen los expertos de Cleverea:
Salir rápidamente
Ante un incendio grande o que avanza con rapidez, no hay que perder tiempo. Todos los miembros de la familia deben salir cuanto antes de la vivienda, sin entretenerse a salvar sus propiedades.
Cerrar la puerta tras de nosotros
Antes de abandonar la vivienda, si el fuego lo permite, conviene cerrar la puerta de la casa para evitar que el fuego se propague.
No utilizar nunca el ascensor
El abandono del inmueble debe hacerse de forma controlada por las salidas de emergencia, si las hubiera. Se pueden utilizar las escaleras para salir a la calle, pero nunca hay que usar el ascensor en caso de incendio, ya que podría quedarse atascado.
Alertar a los vecinos
Se avisará a los vecinos que pudieran verse afectados de forma inmediata para que estén informados de la situación.
Llamar a los servicios de emergencia
Una vez a salvo se procederá a llamar a los servicios de emergencias, marcando el 112, e informando con claridad acerca del siniestro y la ubicación de la vivienda.
Informar al seguro
Conviene llamar a la compañía de seguros para informarles de lo ocurrido y recibir información sobre los próximos pasos a seguir.
No volver a entrar en la vivienda
Aunque el incendio parezca apagado, no hay que volver a entrar a la vivienda hasta que los bomberos autoricen a hacerlo, ya que las brasas y la concentración de gases podría ser peligrosa.
Si al intentar huir del fuego se observa que no es posible abandonar la vivienda, conviene seguir los siguientes pasos:
El seguro de incendios es una cobertura que puede estar incluida en los seguros de hogar. Estos son algunos de los aspectos que pueden estar cubiertos: