El sistema electoral es el que es, y por tanto la persona que reciba más votos a favor y menos en contra de los concejales electos será, con toda la legalidad posible, el próximo alcalde o alcaldesa de Talavera. El sistema electoral es el que es y la suma de concejales del Partido Popular y Vox podría dar la alcaldía al primero, a pesar de que la suma de los votos de PSOE y Unidas Podemos/Izquierda Unida sea mayor.
El PSOE de Tita García ha vencido con amplia diferencia al PP de José Julián Gregorio, 12 concejales frente a 9. Cinco mil votos de diferencia a favor de García. Pero podría ser que esa victoria no sirva de nada al PSOE, pues, hasta ahora, todo indica que el mencionado pacto PP/Vox podría desbancar a los del puño y la rosa del bastón de mando de la Plaza del Pan.
Esta circunstancia creada por el régimen electoral me lleva a plantearme varias preguntas. ¿Es beneficioso para Talavera un gobierno municipal de PP y Vox? Nunca he ocultado mis críticas, mayores muchas veces que las realizadas por el PP, a la gestión de Tita García. Gestión que he considerado vacía de realidad, llena de fuegos de artificios, promesas megalómanas para no cumplir y seguidismo ciego al califa del palacio de Fuensalida.
Por tanto mi deseo era que fuese desplazada del poder municipal por el bien de Talavera. Ese sería el fin, claro está, pero ¿ese fin justifica cualquier medio para conseguirlo? Sinceramente, creo que no.
No se trata de la defensa en cualquier circunstancia del principio de dejar gobernar a la lista más votada, no soy partidario de ese absoluto, sino de razones locales concretas que considero hacen negativo para Talavera, y para el propio PP, un gobierno en el que ellos y los de Abascal conformen el equipo de gobierno municipal. Algo así no dejaría de ser pan, y duro, para hoy y más hambre para mañana.