Hace justo un mes les hablaba del ‘Gallardo de aquí’ y precisamente hoy, miércoles 12 de abril, se cumple la profecía y el candidato de VOX a la presidencia de Castilla-La Mancha se tomará unas cañas con el vicepresidente de Castilla y León, curiosamente, en la calle Talavera de la capital regional.
El recorrido que está haciendo Moreno por la geografía castellano-manchega es innegable, pero se nota mucho que el único fin es que alguien le ponga cara porque nadie le conocía hasta ahora si no fuera en su ciudad natal. El problema es que el mensaje es el mismo en todos lados: adalid de las causas perdidas y abogado de los imposibles. Y eso rechina, sobre todo cuando lo promete alguien que no ha probado las mieles del poder.
A veces, incluso, parece creerse tres metros SOBRE el SUELO aunque con el jaleo que le forman sus adláteres no es de extrañar. Cuando a uno le aplauden los incondicionales y le adornan los oídos los que quieren coger su rebufo, es normal sentirse ENCHUFADO, aunque eso a algunos les venga de familia. En fin, allá cada cual con sus andanzas y cálculos de futuro.
Al menos Moreno aún no ha desvelado si entraría en una supuesta coalición con el pepero Núñez si les dieran los números, que es cosa complicada. El candidato de VOX le ha hecho la cobra al de Almansa mientras Núñez, sin embargo, no termina de decidir su estrategia.
Ayer era que con VOX a muerte. Hoy que mejor con la ciudadanía… ¿y mañana? Esto de asegurar el DIGO y después cambiar al DIEGO es una mala costumbre, sobre todo porque demuestra desconfianza hasta en tus propios postulados. Se nota que Núñez cada vez lo tiene menos CLORO, digo CLARO.
Y el que parece no querer salirse de su línea es García-Page. Que cuando considera que la política nacional necesita de su opinión no esconde ni una escama y arrea a diestro y siniestro. Eso sí, con el pie firme en el suelo de esta región para que no se le escape ni un detalle. Y me dicen que aún no ha pulsado el botón de arranque.
Termino invitándoles a la semana grande de Talavera. La semana de Mondas en la que se comenzarán a atisbar los primeros codazos por salir en la foto. Primera prueba del calentamiento de los motores electorales.