A En un encuentro con cierto matices muy similares a los de la primera vuelta celebrado en el Pabellón ‘Lydia Valentín’, en lo que al desarrollo de la cita se refiere, el Baloncesto Talavera volvió a sucumbir ante un Clínica Ponferrada SDP que supo jugar mejor los momentos decisivos, especialmente en un último cuarto en el que no dio la opción a los locales de tener una delantera en el marcador que llegó a tener durante los dos periodos intermedios.
Encuentro que arrancó de manera atropellada para los de la Ciudad de la Cerámica y no sólo por un irregular primer periodo en el que siempre fueron a remolque. Y es que el técnico titular de los cerámicos, Ricardo Úriz, recibía el alta hospitalaria apenas minutos antes de arrancar la cita debido a un proceso viral y, aunque estuviera de cuerpo presente en la cita, era su segundo, Fede Renzetti, el encargado de dirigir a los de Talavera de la Reina.
Omar Lo, el espigado pívot del conjunto berciano, haría auténticos estragos en la pintura del conjunto talaverano y de sus manos llegaron hasta 11 de los 24 puntos de su equipo en este periodo. Le entraba todo al senegalés, todo lo contrario que a un equipo local por debajo del 35 por ciento en tiros de campo y de personal y que quizá de la única manera que hacía daño a su rival era a la carrera. Aun así 14-24 para los bercianos y las sensaciones que no eran las mejores en el Primero de Mayo.
Sin embargo el segundo cuarto fue el del despertar de la fuerza, posiblemente uno de los mejores cuartos de toda la temporada en el que los cerámicos pasaron del 18-29 tras tiro anotado por Lobreau a un 35-34 en cuestión de cuatro minutos gracias al acierto de Peris y al poderío de Andrejevic.
Era el momento de un Talavera que defendía muy bien y resolvía de cara al aro rival, precisamente todo lo que le había sido esquivo en los diez minutos anteriores. De hecho los azules iban a alcanzar su mayor renta en el encuentro de ocho puntos tras una canasta de dos tremendamente peleada por Andrejevic fallando su primer tiro y cogiendo el rebote para conseguir ese 48-40 que nos hacía ver que los locales no sólo estaban en el encuentro, sino que iban a por él.
Sin embargo a la vuelta de vestuarios volvimos a ver la cara ‘B’ de los de Ricardo Úriz. Otra vez imprecisiones en ataque y cargándose de faltas importantes como McRay Thomas, que se iba a las cuatro faltas con un mundo por jugarse. A río revuelto, ganancia de pescadores para un Ponferrada que volvió a ver cómo Omar Lo aparecía de manera estelar y junto a él un Jordá que empezaba a carburar en la dirección.
La consecuencia para Baloncesto Talavera sería nefasta. Se fueron esos ocho puntos de renta y además se convirtieron en tres de desventaja de cara al cuarto final, en parte gracias a que Kemel Archer pudo convertir uno de sus dos tiros libres ejecutados en la última acción de este tercer periodo, que acababa con resultado de 61-64.
Y entrábamos pues en un cuarto final en el que los de la Ciudad de la Cerámica empezaron erráticos pero se metieron en el encuentro de lleno gracias a un Corey Silverstrom que entró tarde al encuentro pero acabó entrando y que pondría el 71-71 a cinco minutos para el final. La igualdad persistiría un minuto más, hasta el 74-74 con tres puntos de Andrejevic (una canasta de dos y un tiro libre de personal convertido) que servía para neutralizar la canasta de tres de Fernández.
A partir de esa última igualada todo sería cuesta arriba para Talavera con Jordá percutiendo desde el perímetro y colgándose violentamente de la canasta. De hecho esa acción obligó a parar el encuentro unos minutos, como también la marcha de un Ricardo Úriz que volvió a sentirse indispuesto y necesitó atención médica, perdiéndose de esta manera lo que restaba de encuentro.
Los cuatro minutos finales fueron un camino de espinas para un Baloncesto Talavera que sólo veía claridad con Peris y que lo iba a perder por faltas. De hecho dos puntos suyos a 30 segundos para el final fueron los últimos de un equipo talaverano que se lanzó a la desesperada por recortar la desventaja pero que finalmente se quedaría en un 82-86 después de que tanto Archer como Silverstrom no lograran anotar las dos últimas posesiones desde más allá del 6,75.
Derrota por tanto para un Baloncesto Talavera que a falta de dos jornadas para el final sigue como estaba, en el puesto antepenúltimo e igualado en números con La Antigua CB Tormes, que está en puestos de peligro. Por delante Minuscenter Morón y Real Canoe se escapan a dos victorias.
Al primero ya no le podrán dar caza y al segundo sí. En caso de triple empate tampoco tienen los talaveranos el mejor coeficiente de los tres, por lo que la salvación directa ya no se puede lograr, por lo que habrá que plantearse la permanencia en el playoff. Eso sí, antes tocará eludir los dos puestos finales en estas dos últimas jornadas en las que tocará visitar al cuarto (Enerparking Basket Navarra) y recibir al quinto (Zamora Enamora).
Baloncesto Talavera: McRay Thomas (4), Meana (3), Silvestrom (11), Archer (6) y Martínez (10). También jugaron: Ganal (2), Peris (18), Onuetu (2), García (8) y Andrejevic (18).
Clínica Ponferrada SDP: Lo (25), Hierrezuelo (5), Jordá (23), Martínez (8) y Bastante (5). También jugaron: Godspower (-), Fernández (10), Mockus (3), Lobreau (7) y Tshilumbu (-).
Árbitros: Cristian José García Rodríguez (Comunidad Valenciana) y Miquel Remisa Tramuns (Cataluña). Eliminaron por faltas al local Peris.
Parciales: 14-24, 34-16, 13-24 y 21-22.