El pasado domingo, 12 de marzo, un hombre de unos 30 años, presuntamente agredió sexualmente a una joven de 15 años en el autobús que tenía como trayecto Madrid-Talavera, en el horario de las 20:00 horas. El acusado tendría antecedentes por hechos similares.
Según ha podido saber La Voz del Tajo, el hombre se subió en Móstoles con destino Santa Olalla —donde actualmente reside—, aunque los hechos habrían tenido lugar en la parada de Santa Cruz de Retamar.
Testigos directos de los hechos han narrado a La Voz del Tajo que el viaje transcurría con normalidad hasta que a la entrada de Santa Cruz de Retamar “se empezaron a escuchar gritos en la parte de atrás del autobús”.
La chica se había quedado dormida en el trayecto, “cuando sintió a alguien encima de ella toqueteándola”, lo que le provocó que se despertara inmediatamente. La menor estaba arrinconada contra la cristalera tocándose el cuerpo —el pecho y la zona baja del abdomen—, y no paraba de repetir: “lo tengo encima, por favor, quítamelo”.
Las mismas fuentes remarcan que la menor de edad se encontraba en un alto estado de “nerviosismo”. Al parecer, el hombre se habría cambiado de asiento tras los gritos de la joven. Pero varios pasajeros señalaron al presunto agresor y “salió corriendo”. Seguidamente se procedió a llamar al Servicio de Emergencia de Castilla-La Mancha 112 para pedir la actuación de la Guardia Civil y solicitar asistencia médica.
Tanto el conductor del autobús como otro viajero salieron detrás del presunto agresor. Varios testigos indican que también salieron detrás del hombre una mujer que estaba esperando a su hija, un motorista que había cerca y uno de los concejales de Santa Cruz de Retamar, lugar de la parada.
El presunto agresor intentó escabullirse por las calles de la localidad, pero finalmente fue arrinconado por los agentes de la Guardia Civil que procedieron a su detención.
Según ha podido saber La Voz del Tajo, varios testigos que presenciaron los hechos pensaron, al ver al hombre encima de la joven, que ambos –el presunto agresor y la presunta agredida– “eran pareja”, por eso no sospecharon nada sobre la supuesta agresión. Por ello, la jueza ha pedido colaboración ciudadana a todos los que viajaron en el autobús y presenciaron los hechos para arrojar luz sobre lo sucedido.