La profesión veterinaria rindió ayer un sentido homenaje en la sede de la Organización Colegial Veterinaria (OCV) en Madrid a Luis Alberto García Alía (Lagartera), fallecido el pasado 17 de febrero tras una larga enfermedad, que fue su vicepresidente desde 2013 y presidente del Colegio de Veterinarios de Toledo durante las dos últimas décadas.
Hombre muy respetado y querido por la profesión, García Alía mostró siempre una entrega absoluta y una pasión extraordinaria por la veterinaria. Además, unió siempre su vocación a su interés por ayudar al desarrollo de la profesión veterinaria y del colectivo en su conjunto, un compromiso en el que ha estado activamente implicado hasta el final de su vida.
Luis Alberto Calvo, presidente de la OCV, recordó su admiración por “sus valores éticos, morales, políticos, económicos y sociales, que han contribuido a dejar un mundo mejor y más humano”. Por su parte, Juan Julián García Gómez, actual presidente del Colegio de Veterinarios de Toledo, señaló su “fortaleza y humildad, señal inequívoca de su grandeza”. De hecho, anunció que su primera decisión como presidente del Colegio de Toledo ha sido otorgarle la máxima condecoración de esta corporación.
Participaron en el acto compañeros y amigos de Luis Alberto, como Antonio Palomo Yagüe, especialista en porcino, quien destacó “la valía de un hombre que unía tres piezas claves: la excelencia en la formación, su trabajo de campo con las empresas del sector y su labor en el mundo oficial y de las administraciones”. También se dio lectura a una sentida carta remitida por la Asociación Nacional de Veterinarios de Porcino Ibérico (ANVEPI), con la que el fallecido colaboró activamente.
Otro buen amigo, Quintiliano Pérez Bonilla, del Cuerpo Nacional Veterinario, resaltó su “papel fundamental en abrir las puertas al comercio exterior de nuestro país, gracias a su impagable papel en la erradicación de enfermedades endémicas como la peste porcina africana y su impulso a las Agrupaciones de Defensa Sanitaria Ganaderas (ADS)”.
Durante el acto, amenizado por el violinista Benjamín Nava, de Talavera de la Reina, se hizo entrega de una placa y un centro de flores a su familia y se proyectó un vídeo homenaje que ha rememorado algunos de los momentos más importantes de su intensa carrera profesional.
El homenaje, celebrado en el salón de actos de la OCV, congregó a casi un centenar de personas, entre los que se encontraban las diputadas nacionales Ana Pastor y Carmen Riolobos, la subdirectora general de Sanidad e Higiene Animal y Trazabilidad del Ministerio de Agricultura, Beatriz Muñoz; el presidente de la RACVE, Arturo Anadón; el general de brigada de Veterinaria, Alberto Pérez Romero; el presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, Jesús Aguilar; la presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos, Elena Carrascosa; la decana de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense, Consuelo Serres; y varios responsables de AMA como Francisco Vicente Mulet –secretario general-, José Luis Bahillo –director general- y Álvaro Basilio –director de Comunicación-.
También asistió una amplia representación de presidentes de colegios provinciales: Pontevedra, Asturias, León, Ávila, Soria, La Rioja, Vizcaya, Teruel, Madrid, Toledo –con toda su junta directiva-, Guadalajara, Cuenca, Ciudad Real, Albacete, Cáceres y Badajoz-, el ex presidente de Colegio de Murcia, Fulgencio Fernández; el presidente de la Asociación Nacional de Historia de la Veterinaria, Joaquín Sánchez de Lollano; el vicepresidente de AVET, Javier Fernández, y los ganaderos de lidia Víctor Huertas y Adolfo Rodríguez Montesinos.