El Gobierno Municipal ha estado trabajando en obras de consolidación y restauración de la muralla de Talavera y la recuperación de su recorrido en el tramo de El Salvador.
Se trata de una obra adjudicada en 2020 que está finalizada y en la que ya se están realizando visitas guiadas “que están teniendo muy buena acogida por visitantes y ciudadanos”.
La muralla de El Salvador va a poder visitarse dos días a la semana (jueves y viernes de 11:00 a 13:00 horas y de 17:00 a 19:00 horas) y los sábados y domingos, con visitas guiadas de 11:00 a 14:00 horas; a partir del día 2 de febrero.
Los jueves y viernes el acceso será libre, mientras que los sábados y los domingos será imprescindible reservar en la Oficina comarcal de Turismo de Talavera de forma presencial o en el número de teléfono 925 82 63 22.
En marzo se pondrá en marcha la restauración del pórtico cerámico de la Basílica ‘Nuestra Señora del Prado’, un proyecto que actualmente se está licitando tras tener que rehacerlo “debido a la poca consistencia que tenía el que nos encontramos”, según Flora Bellón.
Los trabajos de rehabilitación han sido dirigidos por Fernando Cobos, arquitecto especializado en recuperación de estructuras defensivas históricas. Para no crear un falso histórico y asegurar los restos de la muralla, se ha optado por la construcción de un muro capuchino, cuya fábrica interior y exterior permite identificar la obra original frente a la nueva.
Hacia el exterior, se ha creado un nuevo aparejo constructivo realizado con mampostería bastarda de granito y ladrillo. Presenta pequeños huecos que permiten ofrecer iluminación y ventilación. Por su parte, otros están destinados a servir como espacio de anidación para aves.
En las zonas donde han desaparecido torres, se ha creado un paño liso de ladrillo con hiladas horizontales. El interior del muro capuchino, formado por diferentes estructuras de ladrillo, sirve para albergar el sistema de acceso (pasarelas y escaleras) al adarve de la muralla.
La rehabilitación y puesta en valor del tramo amurallado de El Salvador se ha podido acometer con fondos FEDER, a través de la Inversión Territorial Integrada (ITI), con una inversión de 1,2 millones de euros. La creación de un muro capuchino ha permitido recuperar parte de los volúmenes perdidos de la muralla, mientras se ofrece estabilidad a la estructura formada por muros originales.
Las actuaciones llevadas a cabo han permitido crear una vía de acceso a la zona superior del adarve o paseo de ronda de la muralla que comunica con una torre albarrana. De este modo, el visitante puede interpretar el recinto defensivo en varios aspectos como su origen, evolución, composición y estructura. Todo ello acompañado de una singular experiencia visual
Uno de los elementos icónicos de la muralla de Talavera de la Reina son las torres albarranas. Se trata de una torre que se proyecta varios metros hacia el exterior mediante un gran arco. Entre sus funciones está la de defender un acceso o la propia muralla desde un punto alejado, así como ofrecer fuego cruzado al asaltante y eliminar ángulos muertos.
Las últimas investigaciones apuntan que se construyeron en torno al siglo XIV. Según algunas fuentes, el recinto amurallado llegó a contar con 17 torres de esta clase. Fueron construidas en época de dominación cristiana y la mayoría aprovechan torres anteriores.
En El Salvador, la albarrana se apoya sobre una torre ochavada. Su función defensiva se complementaba por la denominada popularmente “barbacana”, un antemural o barrera varios metros delante de la muralla, que sirvió como adarve inferior o liza. En algunas zonas de la urbe, el espacio entre ambas se reutilizó como calle, siendo conocida como Calleja o Paso de la Barbacana.
Además, la alcaldesa de Talavera —Tita García Élez— pone en valor el trabajo de señalética de este espacio patrimonial, para que "la gente cuando lo visite, sepa lo que está visitando y conozca directamente, desde un punto de vista didáctico, lo que está pisando".
Talavera de la Reina llegó a contar con 3 recintos amurallados. Sin embargo, el más representativo es el más antiguo, del cual se han conservado más vestigios debido a diferentes avatares de la historia.
El recinto principal cuenta con una longitud aproximada de 1,65 km. En la actualidad, se calcula que llegó a contar con hasta 66 torres, construidas en diferentes periodos históricos.
Se trata de una de las obras arquitectónicas más representativas construidas en la ciudad a lo largo del tiempo. Su perímetro aloja, en gran medida, el casco antiguo de la localidad, declarado Conjunto Histórico en 2019.
La muralla tardorromana se ejecutó en sillería de granito, a la que se fueron superponiendo otras fábricas y torres en diferentes momentos. En el tramo de El Salvador, denominación que se debe a la iglesia ubicada junto a la muralla, se han identificado varios tipos de torres pertenecientes a varias épocas: cuadrangular-rectangular, semicircular y albarrana
Los trabajos arqueológicos han puesto de manifiesto el origen hispanorromano de la muralla de Talavera de la Reina, Caesarobriga-Elbora durante la Antigüedad Tardía (siglos IV-V d.C.). En su construcción se emplearon sillares de granito y materiales reutilizados de otras construcciones y necrópolis de la ciudad hispanorromana.
Las huellas de sandalias -caligae- descubiertas sobre las tongadas de mortero de cal, que forman parte del núcleo de la muralla, indican que durante su construcción participaron militares, ya que la caliga era el calzado habitual que utilizaban. Se trata de sandalias en cuya suela había instaladas tachuelas de hierro -clavi caligarii- destinadas a mejorar el agarre