La instalación de un radar móvil en la localidad toledana de Cazalegas, cerca de Talavera de la Reina, está generando polémica. La razón: el vehículo equipado con el correspondiente radar-cámara es de una empresa privada. Se trataría de un operador de radar "debidamente habilitado y homologado y legal”, han informado fuentes del Consistorio a La Voz del Tajo. Aunque otras fuentes consultadas dejan claro que "solamente un agente de la autoridad puede manejar el radar", y por tanto participar en el proceso de una posible sanción.
Un vídeo donde un ciudadano pregunta al operario del radar "por qué está ahí", está circulando por las redes sociales a gran velocidad y generando controversia. En él se puede ver el vehículo estacionado en un punto de la carretera N-Va, en el polígono industrial.
Hay que recordar que en el año 2008 se cedió la competencia sobre la carretera tras un acuerdo de la Subdelegación del Gobierno con el Ayuntamiento de Cazalegas; concretamente en el tramo del kilómetro 107,150 al 110.
Vialine es la empresa que ofrece este servicio de radar a la administración. Lo hace, según publican en su página web “mediante procedimientos seguros y eficaces”.
El procedimiento es como el de cualquier radar de la DGT. En el caso de que haya una infracción por exceso de velocidad la empresa gestiona las denuncias -captan la foto y el Ayuntamiento es quien sanciona a los infractores-.
Aunque muchos conductores se quejan de que las autoridades, en ocasiones, abusan de su posición y se dedican a colocar radares móviles en cualquier lugar. Aunque se ha demostrado que la utilización de los radares es eficaz a la hora de reducir la velocidad de los vehículos, al menos en un punto en concreto, convirtiéndose en una herramienta para la seguridad vial.