Cientos de trabajadoras de la Limpieza se han vuelto a manifestar este viernes por Toledo, Cuenca, Guadalajara y Ciudad Real para exigir a la patronal unas condiciones salariales "dignas" que acaben con su precariedad. Esta marea de limpiadoras también mira al Gobierno regional y, en concreto, a su presidente, Emiliano García-Page, al que reclaman empatía y mediación en el conflicto.
"Apelamos al presidente que al menos tenga la sensibilidad de poder escuchar a estas trabajadoras que hacen tanto servicio público como él, que hace el mismo", ha defendido en la manifestación de Toledo el secretario de negociación colectiva-Hábitat de CCOO Castilla-La Mancha, Carlos García, que ha condenado que "García-Page no se detuviera a escuchar las demandas de estas trabajadoras el pasado martes en Alovera (Guadalajara)".
De momento, y con una negociación con la patronal que está en punto muerto, las trabajadoras van a seguir con las protestas y movilizaciones al menos durante otras dos semanas, sin descartar la huelga indefinida en el sector, que lleva un año con el convenio caducado.
Sobre la posibilidad de mantener un nuevo encuentro con la patronal, el representante de CCOO ha indicado que creen que el Gobierno regional está intentando propiciar una nueva reunión con la patronal, "pero, a día de hoy, a nosotros no nos ha convocado nadie a ningún sitio".
"No sé si ese ámbito esta más que agotado. Lo que queremos es que el Gobierno regional se remangue y ponga solución a este conflicto porque es el cliente principal de estos servicios".
Ha insistido en la necesidad de cerrar un nuevo convenio laboral que garantice incrementos salariales "suficientes y reales para que las trabajadores pueden llegar a fin de mes", así como incrementos en la cotización de los contratados a tiempo parcial de los empleados, en su mayoría mujeres.
"Tres de cada cuatro contratos en este sector son a tiempo parcial y hay que intentar dar más dignidad y derechos a estas trabajadores, para que tengan una vida más fácil que la que tienen en estos momentos", ha dicho Carlos García, que ha denunciado que las pretensiones de la patronal "insaciable" son "absolutamente injustas".
"A día de hoy, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, no toma cartas en el asunto. No queremos que sea una simple mediadora en todo esto. Queremos que una vez por todas se remangue y de una vez por todas pongamos una solución a un conflicto que es más que injusto con unas trabajadoras a las que declaró esenciales en pandemia"
En términos parecidos se ha expresado el secretario de Organización de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo (FeSMC) de UGT Castilla-La Mancha, Pedro Barriga, que ha alertado de que la patronal, formada por las mayores empresas de construcción, tiene "secuestrado" un convenio "digno" de un sector que afecta a más de 15.000 trabajadores, la mayoría mujeres que trabajan a tiempo parcial y tienen sueldos "mínimos".
"Además de tener secuestrado el convenio colectivo, tiene secuestrado a la Junta, a la que usa de moneda de cambio", ha añadido Barriga, que ha criticado que en la reunión del pasado martes convocada por el Gobierno regional, la patronal solo hizo propuestas "indecentes".
Por ello, también ha insistido en concienciar a la Administración regional de la necesidad de que "se signifique más y apoye más a un sector que es esencial en la región". "Son más de 100 millones los que el Gobierno regional concede a las empresas adjudicatarias, que salen de los bolsillos de todos los castellanomanchegos y de las trabajadoras, a las que quieren llevar a la pobreza salarial".
En el noveno día de protestas, más de 1.200 trabajadoras de Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo --según los sindicatos-- han vuelto a ocupar las calles para exigir a la patronal una propuesta "decente y sensata". 350 de ellas lo han hecho en Toledo, 500 en Ciudad Real, 100 en Cuenca y 300 en Guadalajara.
Con lemas del tipo 'Basta de precariedad', 'Chorizos, ladrones, devolved los millones', 'Si no hay convenio, no limpiamos", o 'Si somos esenciales, pagar dignamente los jornales', han vuelto a reclamar ante las sedes de las empresas que conforman la patronal "dignidad laboral".